MOSCÚ.-En un claro mensaje de fuerza, el presidente ruso Vladimir Putin visitó la región occidental de Kursk por primera vez desde que el ejército ruso expulsó a las tropas ucranianas de la zona el mes pasado.
El Kremlin informó que, durante la visita, que tuvo lugar el martes, Putin se reunió con organizaciones de voluntarios de la región y visitó la segunda central nuclear en construcción de la región, Kursk-II.
La televisión estatal mostró a Putin en encuentros con voluntarios y representantes locales de la región, incluido el gobernador en funciones Alexander Khinshtein. Putin estuvo acompañado por Sergei Kiriyenko, primer jefe adjunto del Estado Mayor del Kremlin.
“Lo que están haciendo ahora durante esta difícil situación para esta región, para esta área y para el país, permanecerá con ustedes por el resto de sus vidas como, quizás, lo más significativo en lo que hayan estado involucrados”, dijo Putin mientras tomaba té con los voluntarios.
Putin le dijo al gobernador interino, Alexander Khinshtein, que el Kremlin apoyaba la idea de continuar con los pagos mensuales a las familias desplazadas que aún no pudieron regresar a sus hogares.
Putin dijo que respaldaría una propuesta para construir un museo en la región para celebrar lo que el gobernador interino, Alexander Khinshtein, describió como “el heroísmo de nuestros defensores y el heroísmo de los residentes de la región”.
Residentes descontentos habían mostrado previamente su enojo por la falta de compensación en inusuales protestas organizadas.
La visita no anunciada de Putin parece ser un esfuerzo por mostrar que Rusia tiene el control del conflicto, a pesar de que su invasión a gran escala de su vecino ha sido lenta y costosa en términos de bajas y equipo, en medio de recientes propuestas de Estados Unidos y Europa para un alto el fuego que Putin ha rechazado en la práctica.
A finales de abril, Putin anunció la liberación completa de al región. Las fuerzas ucranianas realizaron una incursión sorpresa en Kursk en agosto de 2024, en uno de sus mayores éxitos en el campo de batalla en la guerra de más de tres años. La incursión fue la primera vez que el territorio ruso fue ocupado por un invasor desde la II Guerra Mundial y supuso un golpe humillante para el Kremlin.
Poco más de dos años después de la invasión rusa de 2022, Ucrania lanzó el 6 de agosto su ataque más audaz, abriéndose paso a través de la frontera rusa hacia la región de Kursk, con el apoyo de enjambres de drones y armamento pesado occidental. En su punto álgido, el ejército ucraniano tuvo en su poder casi 1400 kilómetros cuadrados de Kursk.
La incursión sorpresa de Ucrania y su capacidad para mantener el territorio allí fue una hazaña logística, llevada a cabo en secreto, que contrarrestó meses de noticias sombrías desde el frente sobre cómo las fuerzas ucranianas eran obligadas a retroceder por el Ejército ruso, que es más grande. La estrategia de Kiev buscaba mostrar que Rusia tiene debilidades y que la guerra no está perdida. También intentó distraer a las fuerzas rusas de su ofensiva en la región oriental de Donetsk en Ucrania.
Desde finales de 2023, Rusia ha tenido mayormente la iniciativa en el campo de batalla, con la excepción de Kursk.
Ucrania, Estados Unidos y Corea del Sur dijeron que Corea del Norte envió hasta 12.000 tropas para ayudar al Ejército ruso a recuperar el control de Kursk, y Rusia dijo el 26 de abril que sus fuerzas habían expulsado al ejército ucraniano. Mientras que funcionarios de Kiev negaron la afirmación.
Últimos ataques
Sin embargo, la región continua siendo blanco de drones ucranianos. Solo anoche, según el Ministerio de Defensa de Moscú, 37 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados sobre la región por las defensas aéreas. Desde el mes pasado, las fuerzas ucranianas también están intentando ganar terreno en una pequeña zona en torno a la aldea de Tyotkino, cerca de la frontera.
El Ministerio ruso de Defensa dijo que sus defensas antiaéreas derribaron 159 drones ucranianos en todo el país durante la noche, incluidos 53 sobre la región de Oryol y 51 sobre la región de Bryansk.
Mientras que los ataques aéreos del Kremlin, dejaron un saldo de dos muertos y 5 heridos en la región norteña de Sumy. En la región de Kiev, cuatro miembros de una familia resultaron heridos cuando los escombros de un dron derribado golpearon su hogar, según la administración regional.
Agencias ANSA, AP y Reuters