Con la llegada del invierno y la caída de las temperaturas en Lima y varias ciudades del interior del país, el Ministerio de Energía y Minas (Minem) llama a la población a adoptar un consumo responsable y eficiente de la energía eléctrica en los hogares.
El frío impulsa a muchas familias a permanecer más tiempo dentro de casa, lo que incrementa el uso de electrodomésticos y, por ende, eleva el gasto energético. En este contexto, el Minem advierte sobre cuáles son los aparatos que más energía consumen durante esta temporada.
La Dirección General de Eficiencia Energética (DGEE) del Minem destaca que existen medidas sencillas para controlar el consumo eléctrico, las cuales se reflejan en una reducción significativa en las facturas de luz. Cambiar los hábitos diarios y hacer un uso consciente de los electrodomésticos en casa y en los lugares de trabajo se traduce en ahorro económico y en una gestión responsable del recurso energético.
En los meses más fríos, el consumo eléctrico se dispara debido a la mayor permanencia en interiores y al uso frecuente de artefactos que generan calor. Por eso, el Minem hace un llamado a la población para que utilice estos aparatos de forma racional, evitando sobrecargas innecesarias que afectan tanto el bolsillo familiar como la red eléctrica del país.
¿Cuáles son los electrodomésticos que más consumen electricidad?
Según la DGEE, los electrodomésticos que encabezan la lista en consumo energético durante el invierno son la cocina eléctrica y la secadora de ropa. Cada uno de estos equipos puede demandar una potencia superior a los 4.000 watts, un nivel que equivale a encender entre 42 y 45 focos incandescentes de 100 watts simultáneamente. Este dato refleja claramente el impacto que tienen estos aparatos en el gasto de electricidad.
Otros dispositivos que también requieren una gran cantidad de energía son la ducha eléctrica, con un consumo que puede alcanzar los 3.700 watts; el hervidor eléctrico de agua, que ronda los 1.700 watts; y la terma eléctrica, cuyo consumo promedio llega a los 1.500 watts. Estos equipos son especialmente usados en los días fríos para brindar confort, lo que eleva automáticamente el consumo de electricidad en los hogares.
Además, electrodomésticos como el horno eléctrico, la tostadora, la plancha y la secadora de cabello tienen demandas energéticas que oscilan entre 1.000 y 1.200 watts. El uso combinado de estos aparatos puede equivaler a tener entre 10 y 12 focos incandescentes de 100 watts encendidos al mismo tiempo, lo cual también representa un gasto energético considerable en la factura mensual.
Incluir buenos hábitos de consumo de energía
El Minem subraya la importancia de adoptar hábitos responsables para el uso diario de los electrodomésticos, con el fin de optimizar el consumo eléctrico y reducir los costos en las facturas de luz. Una recomendación clave es limitar el tiempo de uso de cada equipo, aprovechando su funcionamiento sólo cuando sea necesario y evitando encenderlos por periodos prolongados.
Otra práctica esencial es desconectar los aparatos eléctricos cuando no estén en funcionamiento, pues muchos equipos continúan consumiendo energía en modo de espera o “stand-by”. Esta medida simple puede representar un ahorro significativo si se aplica en todos los electrodomésticos del hogar.
El mantenimiento adecuado de los equipos también es crucial para evitar pérdidas de energía. Revisar y limpiar los electrodomésticos ayuda a que funcionen de manera eficiente, sin desperdiciar electricidad. Además, inspeccionar el estado de los interruptores y tomacorrientes permite detectar posibles sobrecargas o conexiones defectuosas que podrían elevar el consumo eléctrico o generar riesgos para la seguridad.
El Minem recomienda, además, reemplazar los focos incandescentes y los focos ahorradores por tecnología LED. Los focos LED consumen hasta un 80 % menos energía, tienen una vida útil mucho más larga y ofrecen una iluminación de calidad, lo que contribuye a un uso más eficiente y económico de la energía eléctrica.
Por último, la DGEE insiste en que implementar estas recomendaciones resulta fundamental para reducir el consumo energético durante los meses de invierno. No sólo ayuda a proteger la economía familiar, sino que también favorece la estabilidad del sistema eléctrico nacional y disminuye la huella ambiental asociada al uso de energía.
Aplicar estos consejos se traduce en una mejor gestión del consumo eléctrico, mayor seguridad en el hogar y ahorros palpables en los recibos mensuales. El compromiso de cada usuario con un uso responsable es clave para que el invierno no signifique un aumento desproporcionado en el gasto energético.