Tras el asesinato del líder conservador Charlie Kirk, legisladores republicanos reactivaron el debate sobre la Ley Smith-Mundt, una norma creada en la Guerra Fría para regular los medios de comunicación estatales. El nuevo proyecto busca reinstaurar restricciones eliminadas en 2013 y evitar que el gobierno federal difunda mensajes propagandísticos dentro de Estados Unidos.
Por qué buscan revertir los cambios de la era Barack Obama sobre la Ley Smith-Mundt
La muerte de Charlie Kirk durante un evento político en Utah reavivó el debate sobre la propaganda estatal. Tras el hecho, el presidente Donald Trump compartió un video en el que una simpatizante pedía restablecer la Ley Smith-Mundt.
“Espero y rezo para que revisen lo que Barack Obama y Joe Biden eliminaron en 2013, la Ley Smith-Mundt”, dijo una joven en un video de TikTok que Trump compartió en Truth Social. “Esta normativa responsabiliza a las empresas de noticias por mentir al pueblo estadounidense y difundir propaganda en lugar de la verdad”, agregó.
El senador Mike Lee, republicano por Utah, anunció poco después que presentaría un proyecto de ley para restaurar las restricciones originales y renombrar la norma como “Ley Charlie Kirk”. Según el comunicado oficial, la modificación que se realizó en 2013 permitió que el aparato de medios estatales pudiera influir en ciudadanos estadounidenses, lo que considera una amenaza para la libertad de expresión.
“Desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la administración Obama, era ilegal que el gobierno estadounidense utilizara el aparato de radiodifusión internacional del Departamento de Estado para dirigir propaganda a ciudadanos estadounidenses”, declaró Lee.
“En 2013, estas protecciones fueron eliminadas. Mi legislación restablece esta salvaguardia bajo el nombre de un mártir estadounidense de la libertad de expresión y de pensamiento: Charlie Kirk”, aseguró.
El senador Roger Marshall, de Kansas, copatrocinó la iniciativa. Ambos sostienen que el gobierno federal no debe tener la facultad de dirigir mensajes propagandísticos hacia su propia población. “La tragedia que presenciamos la semana pasada fue un recordatorio esclarecedor de los peligros que corre una población sometida a una propaganda peligrosa”, agregó el legislador.
El debate sobre el control gubernamental de los medios de comunicación, que resurgió recientemente en el Congreso estadounidense, gira en torno a una legislación de 1948 que estableció límites específicos sobre la difusión de contenido producido por agencias federales de comunicación.
El origen de la Ley Smith-Mundt en la Guerra Fría
La Ley Smith-Mundt, oficialmente llamada “United States Information and Educational Exchange Act of 1948″, fue aprobada durante la presidencia de Harry Truman. Su objetivo inicial era dotar al gobierno de herramientas para contrarrestar la propaganda soviética en el extranjero al utilizar medios estatales para difundir la visión estadounidense en otros países.
La norma autorizaba al Departamento de Estado y a la Junta de Gobernadores de Radiodifusión a producir y transmitir información sobre la política y la sociedad estadounidense dirigida a audiencias extranjeras. De esta forma, la ley se convirtió en un instrumento central de la diplomacia pública en el contexto de la Guerra Fría.
Un elemento clave de la norma era la prohibición explícita de difundir esos mismos contenidos dentro de EE.UU. El Congreso buscaba evitar que el gobierno federal pudiera influir de manera directa en la opinión pública nacional mediante propaganda financiada con fondos públicos.
Enmiendas y modificaciones posteriores sobre la ley Smith-Mundt
En 1990, el Congreso modificó la ley para permitir que materiales producidos por la radiodifusión estatal pudieran estar disponibles en EE.UU. después de 12 años de su difusión inicial en el extranjero. Esa disposición mantenía la protección contra la propaganda inmediata dirigida al público estadounidense.
El cambio más importante se produjo en 2013 con la entrada en vigor de la “Smith-Mundt Modernization Act of 2012“. Esta reforma levantó la prohibición de acceso interno y autorizó que ciudadanos y medios en EE.UU. pudieran consultar, bajo ciertas condiciones, los materiales producidos por la Agencia de EE.UU. para los Medios Globales (Usagm, por sus siglas en inglés).
El argumento de los legisladores que impulsaron la modernización fue que en la era digital y de las redes sociales era imposible contener la circulación global de información. La medida buscaba también mayor transparencia al permitir que los estadounidenses conocieran el contenido que su propio gobierno difundía en el extranjero.
¿Qué cambios propone la “Ley Charlie Kirk”?
El nuevo proyecto busca reinstaurar la prohibición de diseminar en territorio estadounidense los contenidos de la Usagm y sus redes asociadas. La medida establece que dichos materiales solo podrían estar disponibles en EE.UU. después de un plazo de 12 años, como ocurría antes de la reforma de 2013.
El texto también prevé excepciones limitadas para publicaciones educativas y de investigación, así como el acceso a materiales por parte de periodistas, académicos y miembros del Congreso para fines de análisis. Todo el contenido seguiría archivado para consulta posterior.
De acuerdo con la propuesta legislativa, la Usagm tendría prohibido utilizar recursos presupuestarios para influir en la opinión pública nacional. La intención declarada es cerrar cualquier ventana que permita al gobierno federal emplear sus medios internacionales en campañas internas.
El proyecto de ley propuesto por Mike Lee aún no fue asignado a un comité del Congreso.