El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay enfrenta una situación crítica tras ser sometido a una cirugía de emergencia debido a un sangrado cerebral, el lunes 16 de junio de 2025.
Según informó la Fundación Santa Fe, el político se encuentra en un estado de “máxima gravedad” como consecuencia de un edema cerebral, una condición que implica la hinchazón del cerebro por acumulación de líquido, lo que genera presión intracraneal y puede comprometer funciones vitales.
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“Es extremadamente crítica por edema cerebral persistente y sangrado intracerebral de difícil control”, se lee en el comunicado emitido por la Fundación Santa Fe de Bogotá el lunes 16 de junio luego de una intervención quirúrgica.
El edema cerebral, de acuerdo con la Asociación Argentina de Neurocirugía, ocurre cuando el cerebro se hincha debido a la acumulación de líquido en sus tejidos.
Este aumento de tamaño dentro del cráneo, que es rígido y no puede expandirse, eleva la presión intracraneal, lo que puede comprimir partes del cerebro, interrumpir el flujo sanguíneo y dañar tejidos. La gravedad de esta condición radica en que, si no se controla, puede provocar daños irreversibles o incluso la muerte.
Existen varios tipos de edema cerebral, cada uno con causas y características específicas.
El edema vasogénico es el más común y se produce cuando se daña la barrera hematoencefálica, una estructura que protege al cerebro de sustancias nocivas.
Cuando esta barrera se rompe, permite el paso de proteínas y otros elementos que atraen agua, acumulándose entre las células cerebrales y generando presión. Este tipo de edema suele estar asociado con tumores, infecciones o lesiones en la cabeza.
Así mismo, el edema citotóxico ocurre incluso cuando la barrera hematoencefálica permanece intacta. En este caso, el problema se origina dentro de las células cerebrales, particularmente en los astrocitos, que se hinchan debido a lesiones como hipoxia, derrames cerebrales, traumas o intoxicaciones.
Este tipo de edema afecta principalmente la materia gris del cerebro y puede desencadenar un círculo vicioso de daño y mayor hinchazón, lo que agrava la situación.
Otro tipo es el edema hidrocefálico, que se produce por la acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo, el fluido que rodea el cerebro y la médula espinal. Esta acumulación puede deberse a obstrucciones en las vías de drenaje del líquido o a problemas congénitos, y está estrechamente relacionada con una condición conocida como hidrocefalia. La presión intracraneal resultante puede causar daños significativos si no se trata a tiempo.
El edema osmótico, por su parte, se origina cuando hay un desequilibrio entre el agua y las sales dentro y fuera del cerebro. Este fenómeno puede ocurrir, por ejemplo, si una persona consume grandes cantidades de agua en un corto período o si enfrenta problemas renales. En un intento por equilibrar esta descompensación, el agua ingresa al cerebro, provocando una hinchazón generalizada.
El edema tumoral es otro tipo relevante, que aparece cuando un tumor cerebral altera el entorno normal del cerebro. Algunos tumores liberan sustancias que dañan la barrera hematoencefálica, permitiendo que el líquido se filtre hacia el tejido circundante. Este tipo de edema no solo contribuye al crecimiento del tumor, sino que también incrementa la presión intracraneal, complicando aún más el cuadro clínico.
Finalmente, el edema intersticial ocurre cuando el líquido cefalorraquídeo se filtra desde los ventrículos cerebrales hacia el tejido que los rodea. Esto sucede cuando el líquido no puede salir adecuadamente del sistema ventricular, como en algunos casos de hidrocefalia, lo que genera presión y agrava el daño cerebral si no se trata de manera oportuna.
La situación de Miguel Uribe Turbay ha generado gran preocupación en el ámbito político y social, dado que su estado de salud es extremadamente delicado.
Según los especialistas, el manejo de un edema cerebral requiere intervenciones médicas inmediatas y precisas para reducir la presión intracraneal y evitar daños mayores. La evolución del senador dependerá de la respuesta de su organismo al tratamiento y de la capacidad de los médicos para controlar la hinchazón y sus efectos secundarios.
