El 15 de diciembre de 1995 marcó un antes y un después en la historia del fútbol europeo. Ese día, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia que permitiría la libre circulación de futbolistas dentro de la UE y eliminaría el pago de indemnizaciones cuando un jugador finalizara su contrato. El fallo conocido como “Ley Bosman”, lleva el nombre del jugador belga Jean-Marc Bosman, quien inició la batalla legal que duró más de cinco años.
Todo se remonta al año 1990, cuando Jean-Marc Bosman, mediocampista del Real Fútbol Club de Lieja (Bélgica), tenía 26 años de edad y su contrato se encontraba a punto de expirar. El club le ofreció renovarlo por un año, pero con una reducción salarial del 75%, lo que hizo que el deportista rechazara la oferta rotundamente. Al buscar nuevas oportunidades, recibió una propuesta del equipo USL Dunkerque, que lo llevó a querer pedir el pase a la segunda división francesa de fútbol.
Sin embargo, en aquella época las condiciones eran muy diferentes a las actuales. Esto se debía a que aunque un jugador terminara el contrato, su club podía exigir una compensación económica para liberarlo. La de él era de 11 millones de francos, que Dunkerque se negó a pagar al Lieja.
Frente a esta situación, Bosman demandó al RFC de Lieja y a la federación belga de fútbol, ya que alegó que se violaba su derecho a la libre circulación de trabajadores, un principio establecido por la legislación de la Unión Europea desde 1989. Así comenzó un extenso proceso judicial que se prolongó durante cinco años. Pero esta guerra judicial no le salía para nada barata, ya que poco a poco su carrera se desmoronaba. En ese período jugó menos de 20 partidos y pasó por clubes menores como el Saint Quentin y el Visé, sin volver a alcanzar el nivel competitivo que tenía antes del conflicto.
Finalmente, el 15 de diciembre de 1995, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló a favor de Bosman. La resolución estableció dos normas que cambiarían el fútbol para siempre:
- Los futbolistas pueden negociar libremente con otros clubes al finalizar su contrato, sin que se les imponga una indemnización.
- Se eliminan los cupos de extranjeros para jugadores de países miembros de la UE, lo que permite su libre circulación entre clubes europeos.
Este fallo no solo revolucionó el mercado de pases, sino que potenció la migración masiva de jugadores, incrementó la competitividad entre clubes y modificó profundamente la economía del fútbol europeo. Además, otorgó mayores derechos laborales a los futbolistas, quienes hasta entonces eran rehenes de estas prácticas.
Actualmente, Bosman tiene 60 años de edad y si bien no es recordado por su carrera futbolista, que terminó abruptamente con una indemnización de tan solo 280.000 euros, su nombre quedó asociado para siempre a un cambio estructural en el deporte profesional. En una de sus últimas entrevistas a la BBC, el deportista aseguró que aunque no se arrepiente de haber llevado adelante esta medida, la misma le costó muy caro. “Ya no queda ni rastro de los 280.000 euros, todos los clubes me rechazaron, me convertí en una persona no grata. Sufrí el boicot del fútbol, para mí fue una catástrofe”, sentenció.