El líquido refrigerante, también conocido como anticongelante, es un fluido de suma importancia para el motor del vehículo en cuestión, ya que su principal objetivo es regular la temperatura y evitar que esta se eleve por encima de lo normal.
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Por tanto, si a un auto le falta líquido refrigerante, el motor podría sobrecalentarse y sufrir daños severos, lo que representaría, a su vez, una costo económico importante para repararlo.
Para ponerlo en números, un motor naftero alcanza temperaturas de entre 90°C y 100°C, según explican desde YPF.

Existen distintos tipos de anticongelantes con diferentes características y cada auto viene especificado por su fabricante con el tipo que necesita ese motor. Estos son algunos de los más conocidos, además de sus colores identificatorios:
- Inorganic Additive Technology (IAT): es verde
 - Organic Acid Technology (OAT): es rojo, naranja o rosa
 - Hybrid Organic Acid Technology (HOAT): es amarillo
 - Silicated Organic Acid Technology (Si-OAT): es violeta
 - Phosphated Organic Acid Technology (P-OAT): es azul
 
Por ende, sabiendo que existen distintos, es necesario saber que mezclar anticongelantes podría provocar fallas en el circuito de refrigeración y, como consecuencia, provocar que el motor alcance temperaturas elevadas.
Cómo saber cuál usar y cada cuánto hay que agregarle
Para identificar qué tipo de anticongelante usar, siempre se debe consultar el manual o la etiqueta del depósito de refrigerante, donde el fabricante especifica el tipo adecuado para ese motor. Cada propulsor está diseñado para trabajar con una fórmula determinada que garantiza la correcta protección contra la corrosión y el sobrecalentamiento.

En lo que respecta a cada cuánto tiempo hay que agregar líquido refrigerante, existen diversas respuestas. Ante todo, es necesario revisarlo de manera periódica para verificar cuánto líquido tiene el auto; si el nivel es bajo, hay que agregarlo de manera urgente.
En cuanto al uso, se recomienda renovarlo cada uno o dos años, o luego de recorrer unos 20.000 kilómetros. Aunque algunos especialistas sostienen que debe realizarse un cambio de manera anual.
