El cuadro Retrato de dama, robado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y encontrado en Mar del Plata, fue trasladado a Buenos Aires. La obra quedó bajo custodia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación debido a la medida del juez federal Santiago Inchausti, con el fin de determinar el origen del cuadro y su futuro legal.
¿Qué paso con el cuadro robado por los nazis?
El juez federal Santiago Inchausti, a cargo de la causa, determinó que la Corte Suprema debía custodiar la obra debido al altísimo valor histórico y cultural del bien, la necesidad de especiales medidas de seguridad y preservación y la complejidad del proceso judicial, que involucra el derecho argentino e internacional, así como las relaciones diplomáticas con los países implicados.
Una comisión liderada por el comisario Roberto Varela, director de seguridad del máximo tribunal, se desplazó a Mar del Plata para retirar la obra. Expertos asesoraron sobre la correcta conservación de la pieza, ya que el cuadro viajó embalado en materiales neutros y protectores, dentro de una caja resistente de madera. El traslado se realizó a baja velocidad, con controles de temperatura y humedad, en un camión custodiado por la Policía Federal, que ingresó al Palacio de Justicia por la calle Tucumán. La obra fue examinada antes y después de su llegada para verificar su estado.
El cuadro se encuentra alojado en un salón con medidas de seguridad especiales, ubicado en el cuarto piso del Palacio de Justicia. El acceso es biométrico y cuenta con cámaras y custodia permanente.
La historia del Retrato de Dama
El Retrato de Dama, del maestro italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), estaba desaparecido desde hace más de 80 años y se lo buscaba como parte de las fortunas robadas por los nazis a familias judías durante la Segunda Guerra Mundial. La Agencia de Patrimonio Cultural de Países Bajos lo incluyó en un listado de obras de arte expoliadas en aquel período, que incluía este retrato.
Ghislandi fue un pintor italiano nacido en Bérgamo, procedente de una familia de artistas, también conocido como Fra Galgario. Se lo considera uno de los mejores retratistas de la última etapa del movimiento barroco, formado en conjunto con Giacomo Cotta y Bartolomeo Bianchini. En 1675, tras viajar a Venecia, se ordenó como fraile en el convento de San Francesco di Paola.
La obra formaba parte de la colección del marchante judío neerlandés Jacques Goudstikker, uno de los principales galeristas de Ámsterdam. Tras la invasión alemana de 1940, Goudstikker intentó huir con su familia a Nueva York, pero murió durante el viaje. En su galería quedaron más de 1100 obras, documentadas en un inventario, que fueron liquidadas a precios irrisorios entre altos jerarcas del Tercer Reich.
El hallazgo de la obra
Una investigación del medio neerlandés AD sugirió que el cuadro buscado podía estar en manos de Friedrich Kadgien, asesor financiero de Hermann Göring. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, Kadgien huyó a Suiza y luego a Sudamérica. Tras un paso por Brasil, se radicó en Buenos Aires hasta su muerte, en 1978.
Peter Schouten, corresponsal en Argentina del diario neerlandés, intentó contactar a la familia de Kadgien en Mar del Plata. Notó un cartel de una inmobiliaria que anunciaba la venta de la casa, donde una foto de la vivienda mostraba el cuadro sobre un sofá del living.
Interpol fue alertada sobre la existencia de la pieza en la casa de Patricia Kadgien, una de las hijas del jerarca nazi. El fiscal de Mar del Plata Carlos Martínez y el juez Santiago Inchausti ordenaron un procedimiento en la casa, pero el cuadro ya no estaba. La familia Kadgien entregó la pintura al Ministerio Público Fiscal el 3 de septiembre.
Acusaciones, defensa y reclamos
La fiscalía acusó a la hija del financista nazi y a su marido de “encubrimiento imputado, debe ser entendido como conexo a delitos de lesa humanidad”.
La pareja rechazó la imputación y sostuvo que la obra fue “legítimamente” adquirida por una cuñada de su padre. Su defensa planteó que el delito, de haberlo, estaba prescripto.
Duda sobre la autoría de la obra
Especialistas de arte en Italia aseguran que el cuadro secuestrado no fue realizado por Giuseppe Ghislandi. Por otro lado, María Luisa Pacelli, directora de la Academia Carrara, en Bérgamo, aseguró en el sitio de noticias Bergamonews que la pintura “está presente en el catálogo general del artista Giacomo Ceruti, creada por Mina Gregori en 1982″, mientras que Pacelli aclaró que el título de la obra no es Retrato de una dama (que representa a la condesa Colleoni), sino Retrato de una dama con guantes y un libro.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.