Estados Unidos cuenta con diferentes episodios tenebrosos entre sus 50 estados a lo largo de la historia. Uno de los más conocidos ocurrió en Salem, Massachusetts, con los “Juicios de Brujas” en 1692, donde fueron acusadas más de 200 personas, 20 de ellas condenadas a muerte.
Salem, la ciudad puritana que patentó la caza de brujas en Estados Unidos
En ese entonces Salem era un asentamiento puritano fundado en 1626 por colonos ingleses con fuertes convicciones religiosas que huyeron de Inglaterra de las persecuciones. Este grupo le otorgaba importancia a la conducta moral, disciplina y el sentido de la comunidad.

Los residentes de Salem eran indígenas, personas de origen africano en condición de esclavitud y refugiados desplazados de lo que hoy es Canadá, según consignó National Geographic. Este grupo debía cumplir normas implementadas por los puritanos basadas en su interpretación de la Biblia, como la asistencia a la iglesia.
Hacia fines del siglo XVII, Salem Village estaba marcada por dos familias que concentraban el poder: los Porter, ligados al comercio y con una mirada más abierta; y los Putnam, terratenientes influyentes que defendían la ortodoxia puritana.
La primera acusación de brujería en el pueblo
Salem tenía como uno de sus conflictos centrales la búsqueda de un líder religioso, ya que el pueblo no lograba mantener un pastor permanente. Tras varios intentos, encontraron a Samuel Parris, quien marcaría las bases de los primeros juicios de brujas.

En enero de 1692, Elizabeth, la hija de Parris de nueve años, y su sobrina Abigail Williams sufrieron episodios extraños luego de hacer un juego de adivinación con clara de huevo y agua. Durante estos episodios emitían ruidos fuertes e incoherentes como ladridos de perros, por lo que el médico del pueblo dijo que estaban bajo la influencia de una bruja.
La brujería y los pactos con el diablo eran delitos según la ley de Massachusetts, por lo que las niñas fueron consultadas sobre quién les había hecho esa “brujería”. Ambas acusaron a Tituba, una esclava de Parris, por intentar curarlas con un “pastel de bruja”.
Al descubrir la receta de Tituba, Parris la golpeó. Bajo presión, la mujer esclavizada habría dicho lo que querían escuchar. “Tituba era un blanco fácil, ya que habría sido considerada la más baja de la escala social en una sociedad muy jerárquica. Esta era una sociedad sometida a mucha presión que buscaba chivos expiatorios a quienes culpar de diversos problemas”, dijo Bridget M. Marshall, profesora de inglés en la Universidad de Massachusetts Lowell.
La caza de brujas tras el caso de Elizabeth y Abigail
Además de Tituba, las niñas acusaron a Sarah Osborne, una vecina considerada promiscua por sus vecinos, y a Sarah Good, por los ataques. Con estas denuncias, los habitantes comenzaron a acusar a decenas de personas de practicar brujería.

Las demandas se incrementaron al punto en que Salem creó el Tribunal de Oyer and Terminer para los juicios por brujería. En ese entonces, la ley no se regía por el principio de presunción de inocencia: si alguien llegaba a juicio, se le presumía culpable, según consignó Chicago Public Library.
En total, más de 200 personas fueron acusadas y 20 de ellas murieron tras ser condenadas durante los juicios. A esto se sumaron varias muertes en prisión, producto de las duras condiciones de detención. Los sobrevivientes cargaron por años con el estigma social y, en muchos casos, con la exclusión de la iglesia local.
Salem, marcado por la cacería de brujas, hoy es un lugar turístico
En la actualidad, Salem es un popular destino turístico para las personas atraídas por la actividad paranormal. En 1957, las autoridades de Massachusetts comenzaron a disculparse por los juicios y en 2022, Elizabeth Johnson Jr. (la última persona exonerada del delito de brujería) fue absuelta póstumamente, según consignó National Geographic.
