El pasado martes, Pablo Alarcón sufrió un desmayo mientras conducía su vehículo y chocó a otros dos autos, en forma involuntaria. Inmediatamente, fue trasladado al Hospital Fernández, donde le hicieron los primeros estudios. LA NACION habló con el actor para saber cómo sigue su salud.
-¿Cómo estás?
-Estoy bien. Sufrí un síncope mientras manejaba… Un desmayo espontáneo. Me dormí y me desmayé. Me internaron y después me trasladaron al IMAC [Instituto Médico de Alta Complejidad], en la calle Díaz Vélez. Ahora estoy acá.
-¿Qué te dijeron los médicos?
-Me hicieron todos los estudios posibles y llegaron a la conclusión de que tienen que ponerme un marcapasos. El domingo termino de tomar los antibióticos porque también me encontraron una gripe, o más bien una neumonía.
-¿Cuándo te colocan el marcapasos entonces?
-El lunes o martes me colocan al marcapasos y después ya vuelvo a mi casa, y seguimos la gira de Es complicado, con Claribel.
-No vas a parar…
-No [risas]. Ya me siento bien y me voy a sentir mejor… Tenemos ya compromisos para presentarnos el 21 de agosto en Bernal, el 22 en Morón, el 25 de septiembre en Mercedes. Y se van sumando fechas.
Por su parte, Claribel Medina, compañera de elenco y además mamá de sus hijas Agostina y Antonella, también habló con LA NACION y dijo que “Pablo está estable, todavía internado por unos días más, pero está muy bien”.
De susto en susto
El pasado martes, Alarcón sufrió un síncope mientras conducía por Avenida Córdoba, a la altura de Concepción Arenal, en el barrio de Colegiales. Cuando se desvaneció chocó su Volkswagen Surán blanca contra dos autos que estaban estacionados. Tras el hecho, fue atendido por el SAME que lo trasladó al Hospital Fernández y pronto se encendieron las alarmas con un primer diagnóstico que aseguraba que había sufrido un ACV (Accidente Cerebro vascular). Sin embargo, estudios posteriores lo descartaron y confirmaron que se trató de un síncope, una pérdida temporal de la conciencia que se produce cuando la presión sanguínea baja de repente y causa que el flujo de la sangre al cerebro disminuya.
Recordemos que hace un año Alarcón tuvo otro problema de salud y también estuvo internado en el IMAC por dos meses y medio, luego de sufrir una neumonía y de someterse a una cirugía a corazón abierto. En ese momento le contó a LA NACION: “Un día me caí en la calle. Nunca en mi vida me había pasado. No me tropecé, sino que estaba al lado de un árbol, me faltaron las fuerzas y me dejé caer, sentado. Me socorrieron los vecinos, me sentaron sobre una maceta, recuperé fuerzas y regresé a casa; estaba a dos cuadras… me di cuenta de que era algo respiratorio, fui al médico, me dijeron que era una gripe fuerte y que hiciera reposo».
“Luego, volví a casa y esa noche me sentí muy mal, llamé a una ambulancia y me llevaron al Tornú y me atendieron muy bien. Estos hospitales son un templo porque hay que trabajar en esas condiciones, con frío, sin los elementos necesarios, en edificios derruidos, mal mantenidos. Me dijeron que tenía una neumonía y algo más. Me fui al IMAC, que es una clínica que tiene la obra social de actores y es la que tengo; la elegí cuando me jubilé. Es una clínica buena y muy completa; ya había estado internado una vez ahí. Me dijeron que tenía un problema en el corazón. Había tenido un episodio hace como diez años y tenía stents…. Y me operaron», detalló entonces.
De todas maneras, antes que pudiera ser intervenido al actor le tuvieron que curar el cuadro de neumonía. Después sí, lo operaron a corazón abierto. Todo salió bien en la intervención, salvo que su cuadro se complicó por un virus intrahospitalario. “Estuve internado dos meses y medio. Yo pensé que quedaba ahí (…). Hablé con mis hijas, Antonella y Agostina, con la madre, les dije dónde estaban los papeles, las llaves del auto, de la casa. Pensé que no la contaba (…) Y me despedí… Me sentí acompañado por ellas y por mis amigos. Antonella, mi hija mayor, me visitaba todos los días y Agostina, mi hija menor, vino de Miami, que es la ciudad en la que vive. Yo no quería que venga porque pensaba que iba a verme morir y para qué, pero quiso venir y me hizo bien. Venían las tres todos los días a verme… Estuve en coma unas pocas horas. Me dijeron que tenía muy buena recuperación porque hay gente que está dos o tres días. ‘Sos un Superman’, me dijeron”, relató en ese momento.
Tanto ahora como en su último episodio de salud, su ex, Claribel Medina, lo acompaña y lo visita a diario.