Este martes, el club Luján, que milita en la Primera C del fútbol argentino, anunció la muerte de Santiago Fredes, su director técnico, a causa de una muerte cerebral. A sus 35 años, el exjugador del Lujanero, entre otras instituciones del ascenso, generó una profunda consternación por la repentina enfermedad que lo mantuvo internado desde el 24 de noviembre en el Hospital Austral de Pilar.
El entrenador había sido diagnosticado con el síndrome de Guillain-Barré, el cual afecta el sistema nervioso de una persona causando debilidad muscular, hormigueo y parálisis.

Fredes nació el 7 de marzo de 1990 y vivió gran parte de su vida en el barrio San Emilio de Luján, enfrente al predio deportivo del equipo que marcó su carrera profesional.
Sus primeros pasos en el deporte fueron en Vélez Sarsfield, donde realizó las divisiones inferiores. Luego, sin suerte de poder continuar en el equipo de Liniers, recaló en Luján y Flandria, dos clubes que le abrieron las puertas para cumplir el sueño de jugar en Primera. Conocido también como el “Pulga”, Fredes también vistió las camisetas de Excursionistas y Defensores Unidos de Zárate completando así una carrera con 174 partidos oficiales y 15 goles.

Tras colgar los botines a una temprana edad para un futbolista, Fredes dio vuelta la página y se abocó a su carrera como entrenador: primero como coordinador de las divisiones inferiores de Luján y, luego, este año, como el director técnico del primer equipo que culminó en el segundo puesto de su zona, por detrás de Deportivo Camioneros que, finalmente, consiguió el ascenso a la Primera B.

Muy querido por toda la parcialidad del Lujanero, Fredes, antes de quedar internado, había firmado la extensión de su contrato e iba a continuar como entrenador del equipo de sus amores.
En pareja con Julieta Rodríguez, con quien tuvo una hija llamada Feli, el exjugador publicó en su Instagram varias fotos y videos de la pequeña de un año de edad. Según se observa en sus redes sociales, Fredes era muy apegado a su círculo íntimo y se deshacía en elogios hacia ellos cada vez que los mencionaba.
“¡Feliz primer añito hija! ¡Cambiaste mi vida para siempre! ¡Llegaste a mi vida para completarme, llenarnos de amor y paz! Te esperé con todo mi corazón y hoy disfruto verte crecer llena de alegría y aventuras. Papá siempre va a estar para lo que necesites. Gracias Dios por esta bendición», deslizó en un posteo donde incluyó un video de los momentos vividos junto a su hija.

Además de lo estrictamente familiar, Fredes utilizó su Instagram para mostrar las diferentes maneras de trabajar tanto con los juveniles como con los jugadores del primer equipo de Luján, manteniendo un sentido de pertenencia único.
“El “Pulga” nos deja una huella imborrable como jugador, entrenador y formador, pero sobre todo como estandarte de los valores que Luján pregona. Será recordado como una persona que, como cada uno de nosotros, llevó a Luján muy fuerte en el corazón. Su entrega, su pasión, su sentido de pertenencia y su calidad humana quedarán guardadas para siempre en la memoria y cariño de toda la gente que lo conoció“, expresó la cuenta oficial de Luján al comunicar su fallecimiento.
