Con su designación como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Javier Milei, el hasta hoy secretario de Finanzas, Pablo Quirno, desempeñará ahora un rol aún más estratégico que el que llevaba adelante en la actual administración. Conocido por su enjundia a la hora de defender la política económica libertaria, tendrá ahora la misión de abrir definitivamente la Argentina al mundo.
Se trata de un hombre que conoce de desafíos. Fue, hasta ahora, el virtual número dos del ministro de Economía, Luis Caputo, y uno de los encargados de llevar adelante las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No solo eso. Hasta ahora, tuvo la difícil tarea de conseguir pesos y dólares frescos del mercado.
De estrecha relación con Estados Unidos, aliado principal del gobierno libertario, Quirno fue también quien llevó adelante, junto al resto del equipo económico, las negociaciones con la gestión de Donald Trump para conseguir el apoyo del departamento del Tesoro que dirige Scott Bessent y que ya formalizó una ayuda a la Argentina de US$20.000 millones a través de un swap de monedas.
Previamente a ocupar el cargo de secretario de Finanzas, que ahora dejará para ponerse al frente de la Cancillería, fue integrante clave –hace nueve años– del trío que supo convivir en el Palacio de Hacienda, junto con Caputo y el actual presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, en el gobierno de Mauricio Macri.
Siempre muy activo en X, un día antes de asumir como secretario de Finanzas, escribió en su cuenta de esa red social: “A partir de mañana nos toca enfrentar el que probablemente sea el desafío más grande de nuestra generación. Vamos a dejar todo en la cancha por nuestro querido país, por nuestros hijos y nietos, con el apoyo de todos, mirando para adelante. ¡Vamos Argentina!”.
Fanático de River, otra coincidencia con Caputo, es licenciado en Ciencias Económicas por The Wharton School de la Universidad de Pensilvania. Fue designado director del BCRA cuando el actual ministro de Economía estuvo a cargo de la entidad monetaria y del G20 Central Bank Deputy por la Argentina desde julio a septiembre 2018.
Antes había sido jefe de Gabinete del Ministerio de Finanzas, donde fue responsable de la coordinación de la implementación del programa de PPP de la Argentina y de financiamiento de infraestructura.
Quirno fue vicegobernador por la Argentina en el Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), CAF y Fonplata.
Su currículum tiene peso específico. Con 30 años en el sector financiero, comenzó su carrera en la oficina de Buenos Aires de JPMorgan antes de ser transferido a Nueva York, donde fue coresponsable como managing director del equipo de M&A para Latinoamérica de JPMorgan y también fue miembro del Comité de Gerenciamiento Regional. En el mismo banco de inversión trabajaron Caputo y Bausili.
El flamante ministro de Relaciones Exteriores se convirtió en los últimos tiempos en una espada muy activa a la hora de defender la política económica de la actual gestión ante la opinión pública, sobre todo, a partir de sus habituales posteos en X.
Poco después de que se anunciara de forma oficial su nuevo cargo, Quirno afirmó, también en X: “Un honor asumir esta nueva responsabilidad, muchas gracias al Presidente @JMilei por la confianza y al Ministro @LuisCaputoAR por tantos desafíos compartidos. Seguiremos trabajando en equipo!” (sic).

Con su designación, la idea del Gobierno es que Quirno ponga foco en abrir la Argentina al mundo, trabajando en los acuerdos comerciales necesarios para dinamizar la economía y construir más y mejores vínculos entre los mercados internacionales y los productores locales.
Por lo pronto, según pudo saber este medio, genera expectativas positivas en distintos ámbitos políticos y económicos de los Estados Unidos, donde ya destacaron la vinculación cercana que durante su carrera ha tenido Quirno con ese país, desde sus estudios y su trabajo en Wall Street hasta su activa participación como responsable de las relaciones financieras internacionales para negociar la ayuda de Estados Unidos y el programa con el FMI.
