La papaya es una de las frutas más consumidas en el Perú, especialmente en el desayuno. Es común encontrarla en jugos, batidos o ensaladas de frutas por su sabor dulce, su textura suave y sus propiedades digestivas. Según el Ministerio de Salud (Minsa), el consumo diario de frutas es fundamental para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como la obesidad, la hipertensión y la diabetes. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda incluir frutas ricas en fibra y vitamina C, como la papaya, en la alimentación diaria para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la digestión.
No obstante, a pesar de sus beneficios, hay personas que no deberían consumir papaya, ya que esta fruta puede generar efectos adversos en ciertos casos. Conocer estas situaciones ayuda a prevenir complicaciones de salud y a tomar decisiones alimentarias más seguras.
¿Quiénes no deben comer papaya?
Aunque es una fruta saludable para la mayoría, hay ciertos grupos de personas que deberían evitar o limitar el consumo de papaya:
- Personas alérgicas al látex o a la papaya misma: la papaya contiene una enzima llamada papaína, que puede provocar reacciones alérgicas en personas sensibles. Además, las personas con alergia al látex pueden tener una reacción cruzada con la papaya debido a proteínas similares presentes en ambas sustancias. Esta reacción puede ir desde una leve picazón hasta una inflamación más seria.
- Mujeres embarazadas (especialmente en el primer trimestre): la papaya verde o no madura contiene látex vegetal, el cual podría estimular contracciones uterinas y aumentar el riesgo de aborto espontáneo. Por eso, se recomienda que las embarazadas eviten la papaya verde o poco madura, y solo consuman papaya madura con moderación y bajo supervisión médica.
- Personas con trastornos gastrointestinales sensibles: en casos de síndrome de intestino irritable (SII) o enfermedades inflamatorias intestinales, el consumo excesivo de papaya puede causar molestias como hinchazón, gases o diarrea, especialmente por su alto contenido de fibra y la acción de la papaína.
- Pacientes que toman ciertos medicamentos anticoagulantes: la papaya contiene vitamina K, que puede interferir con el efecto de algunos medicamentos anticoagulantes. Si bien este efecto no es muy común, siempre se recomienda consultar con el médico antes de consumir papaya regularmente en estos casos.
- Diabéticos que no controlan su ingesta de azúcar: aunque la papaya tiene un índice glucémico moderado, su consumo en grandes cantidades puede elevar los niveles de azúcar en sangre. Las personas con diabetes deben moderar su porción diaria y acompañarla de otras fuentes de fibra o proteínas para evitar picos de glucosa.
¿Qué frutas pueden reemplazar a la papaya?
Para quienes no pueden consumir papaya, existen varias frutas que ofrecen beneficios similares:
- Melón: es suave, refrescante, con alto contenido de agua y vitamina C, además de ser fácil de digerir.
- Mango maduro: rico en enzimas digestivas, betacarotenos y antioxidantes. Ideal para jugos o ensaladas de frutas.
- Manzana: ayuda a la digestión gracias a su fibra soluble (pectina) y es bien tolerada por la mayoría de personas.
- Pera: también rica en fibra, es una buena opción para personas con problemas gastrointestinales.
- Guayaba: excelente fuente de vitamina C, incluso más que la papaya, y con propiedades antibacterianas.
Estas frutas pueden ser incluidas en jugos, compotas, ensaladas o simplemente consumidas frescas como reemplazo saludable.
Alergia a la papaya
La alergia a la papaya es una reacción del sistema inmunológico ante las proteínas presentes en esta fruta, en especial la papaína. Esta enzima, utilizada incluso en algunos productos cosméticos y ablandadores de carne, puede desencadenar reacciones alérgicas en personas sensibles.
Los síntomas más comunes de alergia a la papaya incluyen:
- Picazón o ardor en labios, lengua y garganta
- Urticaria (ronchas en la piel)
- Inflamación en la cara, labios o párpados
- Dolor abdominal, náuseas o vómitos
- En casos severos, dificultad para respirar o anafilaxia
Si una persona experimenta estos síntomas tras consumir papaya, debe suspender su consumo de inmediato y acudir al médico. Un diagnóstico adecuado puede incluir pruebas cutáneas o análisis de sangre para confirmar la alergia.