Tercer y último concierto de Raphael en Madrid tras su regreso a los escenarios seis meses después de serle diagnosticado un linfoma cerebral con dos nódulos que le ha mantenido alejado de su público desde el pasado diciembre. Había ganas de disfrutar de nuevo del icónico artista, y él lo sabía, de modo que lo ha dado todo en los recitales que ha ofrecido en los últimos días en el Teatro de La Zarzuela.
Tres llenos totales y un público entregado en las más de dos horas de concierto en las que el de Linares, incombustible a sus 82 años, ha hecho un apoteósico repaso de sus temas más conocidos -como ‘Escándalo’, ‘Mi gran noche’, o ‘Yo soy aquel’-, demostrando que está completamente recuperado y con un chorro de voz que confirma por qué está considerado uno de los artistas más grandes de todos los tiempos.
De ahí que tras su última cita con el público madrileño este domingo fuesen decenas de fans los que quisieron esperar a Raphael a la salida del teatro para brindarle un aplauso interminable al grito de «¡Bravo, Raphael, bravo!».
Una muestra espontánea de cariño que el cantante, acompañado de su hijo Jacobo Martos, ha agradecido saludando con la mano y con una gran sonrisa, muy emocionado por el amor incondicional de su público, su vitamina para superar su enfermedad en un tiempo ‘record’ y volver a los escenarios en una extensa gira de conciertos con la que recorrerá nuestro país en los próximos meses tras sus tres impresionantes actuaciones en la capital.