PARÍS.- A partir de este sábado, será de nuevo posible subir a lo alto de las torres de Notre Dame de París, totalmente restauradas tras el incendio que devastó la catedral hace seis años.
El recorrido por las torres, inaugurado el viernes por el presidente Emmanuel Macron, marca la reapertura definitiva de todos los espacios de la Gran Dama de París tras el devastador incendio del 15 de abril de 2019.
La reapertura ha generado gran expectación, con más de ocho millones de visitantes desde diciembre pasado, convirtiéndola en el monumento más visitado de Francia. “La reapertura de las torres de Notre Dame de París y la inauguración del nuevo recorrido turístico son un momento impactante y profundamente conmovedor, y motivo de gran alegría”, afirmó Marie Lavandier, presidenta del Centro de Monumentos Nacionales (CMN), responsable del diseño del nuevo recorrido entre la tierra y el cielo.
“Este nuevo recorrido destaca magníficamente lugares y miradores de gran belleza que complementan admirablemente el interior de la catedral”, reiteró Philippe Jost, presidente de la organización Rebatir Notre Dame de París, que reabrió sus puertas los días 7 y 8 de diciembre pasados.
El recorrido de unos 45 minutos ofrece una experiencia única en las zonas normalmente más inaccesibles y vertiginosas de Notre Dame. Subir a las torres, entre quimeras y gárgolas, es también una experiencia atlética, y se requiere de buena condición física para acceder. No es recomendable para personas con problemas cardíacos, personas con vértigo, mujeres embarazadas ni niños pequeños. El recorrido, sin ascensor ni baños, consta de 424 escalones y pasajes especialmente estrechos (de hasta 45 cm).
La visita a uno de los lugares más emblemáticos de Europa, comienza en la base de la Torre Sur, donde una empinada escalera de caracol conduce a una primera sala a mitad de la subida.
Es una oportunidad para recuperar el aliento y familiarizarse con la historia de Notre Dame, resumida en una maqueta informativa: desde la primera piedra colocada en 1163 hasta la actualidad.
Esta sala medieval, abierta al público por primera vez, también exhibe dos quimeras originales salvadas del incendio de hace seis años. El ascenso permite acceder a la nueva escalera de “doble revolución” (178 escalones), diseñada por el arquitecto Philippe Villeneuve para optimizar el flujo de visitantes.
Una maravilla de la ingeniería, la escalera de madera maciza conduce sin esfuerzo a la terraza de la torre sur, ofreciendo una vista excepcional de la aguja de Notre Dame y de todo el centro de París, una impresionante panorámica de 360°, desde la Basílica del Sagrado Corazón hasta la cúpula del Panteón, desde la Ile-Saint-Louis hasta la Torre Eiffel.
Tras la terraza, a casi 70 metros sobre el nivel del mar, se regresa al interior y se tiene un encuentro cercano con dos campanas gigantescas, las llamadas “bourdons”, Emmanuel (13,3 toneladas, salvadas de la fundición durante la Revolución Francesa) y Marie (6,2 toneladas), para luego llegar al patio de la cisterna.
Desde aquí, a través de un amplio balcón con vistas a la explanada de la catedral, se puede vislumbrar el famoso “bosque”, el legendario tejado de madera de Notre Dame, ingeniosamente reconstruido durante los cinco años de restauración.
El final del recorrido, una vez dentro de la Torre Norte, está acompañado por una creación sonora de la compositora Valérie Vivancos, cuyo objetivo es suavizar el descenso y preparar el regreso del visitante a la ciudad, según explican los organizadores.
En Francia, la reapertura de las torres de Notre Dame es muy esperada. Conseguir entradas para subir a las torres es más complicado que visitar la catedral en sí, porque se ha fijado un límite de 400.000 visitantes al año, mientras que cada día entran en el edificio gótico unas 30.000 personas. Debido a la alta demanda, las reservas solo se pueden realizar en línea.
Agencias AFP y ANSA