Los más obsesivos ya tienen todo listo o dedicarán estas horas a ultimar detalles de la mesa navideña. Los procrastinadores quizás tomen impulso para despachar la carta a Papá Noel con la lista de regalos que anhelan recibir en la “noche mágica”. Estas fechas sirven para confirmar la división entre organizados y desorganizados. No es nuevo. Lo que sí es nuevo, al menos en estas pampas políticas, es que los que estaban acostumbrados a imponerse a la oposición sin ninguna consideración ahora tengan que aprender a maniobrar para sobrevivir.
¿Después del resultado electoral de octubre pasado, el kirchnerismo le pedirá a Papá Noel que le deje al pie del arbolito un manual de autoayuda para reaprender a ser la eterna figura hostil del gobierno de turno? ¿Algún analista político sorprenderá con la novela El kirchnerismo o el club del helicóptero, elija su aventura o con un ensayo sobre Las 1000 razones de la vigencia de la CGT? Es probable que el más ansioso por dedicar el verano a la lectura sea el senador formoseño José Mayans para aprender a enfrentarse con éxito a su par libertaria Patricia Bullrich, siempre dispuesta a dar batalla y a no dejarse amedrentar por el peronismo en cualquiera de sus formatos.
“Usted no puede hacer lo que está haciendo”, le gritó el inoxidable Mayans a Bullrich en la Comisión de Trabajo del Senado cuando la “piba”, como la bautizó Hugo Moyano, lo tomó del brazo y siguió con el trámite de formar la comisión para impulsar la reforma laboral.
Acostumbrado a chichonear con la vicepresidenta Victoria Villarruel para enojo del mileísmo, Mayans está desconcertado y no lo esconde. “Hacen lo que se les cantan las pelotas”, se quejó claro y fuerte, reaccionando a la primera derrota frente a Bullrich que, lo tomó del brazo por todo consuelo y vociferó que se siguiera con la estrategia de convertirla en presidenta de esa comisión.
Quizás por estas horas, la carta de Mayans a Papá Noel incluya algún compilado de videos de aquellos días legislativos en los que se imponía a la oposición y cumplía a rajatabla con las órdenes recibidas del kirchnerismo.
Mayans ya rescató una frase que escuchó de la oposición mil veces en el recinto cuando intentaba defenderse de su actitud avasallante: “Si así inician un debate… esto va derecho a los tribunales”. Quizás para que internalice el cambio de época, Bullrich le parafraseó aquel “estás nervioso” de Néstor Kirchner cuando se peleaba con quien se negaba a someterse a sus órdenes.