Luego de que anteayer más de 300 productores y vecinos, con el apoyo de la Sociedad Rural local, se concentraran en la plaza principal de la ciudad bonaerense de Carlos Casares para visibilizar su reclamo por el mal estado de los caminos rurales del partido, ayer el intendente Daniel Stadnik (Unión por la Patria) recibió a los dirigentes ruralistas, quienes volvieron a plantearle la gravedad de la situación.
Según relataron, los escuchó “con respeto, pero las respuestas fueron pocas”. “Justificaciones, papeles, explicaciones técnicas… pero nosotros no fuimos a pedir teorías, fuimos a pedir soluciones. Porque cuando caen 100 milímetros — como se espera para estos días, ojalá que no — no pensamos en números: pensamos en los caminos que desaparecen, en las familias que quedan aisladas, en la producción estancada”, expresaron en un comunicado posterior al encuentro.
Pero lo que más indignación generó entre quienes participaron del encuentro fue una frase, considerada completamente inoportuna y lamentable, dijeron pronunciada por el propio intendente: “Recen para que no llueva”. Así lo confirmaron varios de los presentes en la reunión a LA NACION, que lo sintieron como una burla hacia ellos. Consultado al respecto, Stadnik en tanto negó haberse expresado en esos términos.
Un productor que participó del encuentro dijo que hubiera sido mejor no haber concurrido “porque no hubo resultado positivo”.
“El intendente se mantiene en su postura nomás, soberbio, se cree dueño de la verdad. Así que no hubo ningún progreso. Lo único que dijo en su momento que la forma que lo podemos ayudar es que se paguen las tasas y nos terminó diciendo ‘recen para que no llueva’. Así tenemos un panorama bastante malo, sin esperanza de soluciones para los caminos rurales, más con el pronóstico de lluvia que hay para adelante”, explicó.
En detalle, el partido de Carlos Casares tiene 250.000 hectáreas y una red de caminos rurales de 1500 kilómetros y, de acuerdo con las estimaciones de la Sociedad Rural local, apenas entre el 40 y 50% de los recursos que el municipio obtiene por distintas vías (tasa vial, marcas y señales, aportes provinciales y recupero de deuda) se destinan realmente al mantenimiento de los caminos.
El lunes pasado, a las 10 los productores del distrito y vecinos comenzaron la movida en la plaza principal de Carlos Casares bajo el lema “Cortá con el relato” para denunciar el estado crítico de los caminos rurales. Sin banderas partidarias la movilización buscaba, de una vez por todas, una solución al drama de no poder circular por el interior del partido.
En el acto, tomaron la palabra un tambero, una docente rural y una productora, quienes relataron en primera persona las dificultades para transitar, abastecerse y sostener sus actividades. El tambero Matías Santamaría advirtió que están produciendo 40% menos por la imposibilidad de sacar la leche, mientras que la docente Alicia Sánchez, conmovida, reclamó por gestiones concretas para evitar que más adultos mayores deban abandonar el campo por la falta de accesibilidad. Andrea Passerini, en tanto, apuntó contra la indiferencia del municipio.
Tras una vuelta simbólica a la plaza San Martín, algunos productores ingresaron al Palacio Municipal y lograron ser recibidos por el secretario de Hacienda, Cristian Mazzone. Luego de la reunión, Mario Reymundo, presidente de la Sociedad Rural local, señaló que el municipio no reconoce la gravedad del problema.
“Quedó claro que solos no nos van a escuchar. Por eso tenemos que estar más juntos que nunca. Lo que vivimos en la plaza no se puede apagar con indiferencia. La reunión demuestra que estamos despiertos, movilizados y decididos”, agregaron.
Por último, los productores remarcaron que ya no quieren más excusas. “Somos parte de la solución. Queremos que nos escuchen en serio, que vean nuestra realidad y actúen. Y lo vamos a seguir diciendo, una y otra vez, hasta que las cosas cambien. Gracias otra vez a los que fueron, pero sepan, los que no fueron, que los necesitamos”, concluyeron.