El pan de garbanzo se ha convertido en una de las alternativas preferidas dentro de la cocina saludable y libre de gluten. Con una textura esponjosa y un aroma característico a frutos secos, destaca por su alto contenido en proteínas y su capacidad de adaptarse a diferentes preparaciones, desde desayunos hasta platos mediterráneos.
Inspirado en recetas tradicionales como la socca francesa y el fainá italiano, este pan se ha reinterpretado con ingredientes habituales de la despensa española.
Puede servirse con semillas variadas, hierbas aromáticas o emplearse como base para tostadas. Su sabor combina especialmente bien con hummus, quesos frescos y ensaladas.

Receta de pan de garbanzo
El elemento principal de esta preparación es la harina de garbanzo, junto con aceite de oliva virgen extra, que aportan sabor y suavidad. Es una receta sencilla, apta para personas con intolerancia al gluten y fácil de personalizar.
- Tiempo de preparación total: 2 horas
- Activación de la levadura y mezcla inicial: 15 minutos
- Primer levado: 1 hora
- Segundo levado: 20-30 minutos
- Horneado: 35-40 minutos
Ingredientes: 250 g de harina de garbanzo, 1 sobre (7 g) de levadura seca de panadería, 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de azúcar (opcional), 300 ml de agua templada, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y semillas al gusto (sésamo, chía o lino).
Preparación paso a paso:
- Disolver la levadura con el azúcar en 100 ml de agua templada y dejar reposar 10 minutos.
- En un bol grande, mezclar la harina con la sal.
- Formar un hueco en el centro y añadir la mezcla de levadura, el resto del agua y el aceite. Integrar hasta lograr una masa espesa.
- Cubrir y dejar levar en un lugar cálido hasta que duplique su volumen (aproximadamente una hora).
- Engrasar o forrar un molde con papel vegetal, verter la masa y añadir semillas si se desea.
- Dejar reposar de nuevo 20-30 minutos.
- Hornear a 200 °C durante 35-40 minutos, hasta que la superficie esté dorada.
- Enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortar.

Beneficios del garbanzo
El garbanzo contiene fibra, potasio, vitamina C y vitamina B6, nutrientes que contribuyen a reducir el colesterol en sangre y, con ello, a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Su aporte de fibra favorece la digestión y ayuda a prevenir el estreñimiento, además de contribuir al control de los niveles de azúcar, por lo que se recomienda especialmente para personas con diabetes.
Las cantidades diarias sugeridas de fibra son de 20 a 25 gramos para mujeres y 30 a 38 gramos para hombres, valores que pueden alcanzarse fácilmente mediante el consumo regular de legumbres como el garbanzo.
Asimismo, su contenido de vitamina K, hierro, calcio, magnesio, manganeso, zinc y fósforo favorece la formación y el mantenimiento de huesos fuertes. Algunos estudios también señalan que ciertas enzimas del hígado activadas por los nutrientes del garbanzo ayudan en la desintoxicación de compuestos potencialmente cancerígenos.
