“Con mucha tristeza, les comparto que Franca cierra sus puertas. No ha sido una decisión fácil, ni mucho menos la deseada”, posteó en sus redes el chef Julio Báez, al respecto del cierre de Franca – Fuego y Vino, restaurante recomendado por la Guía Michelin para la Argentina en su segunda edición dada a conocer a principios de abril.
El anuncio coincide también con el cierre de otro restaurante recomendado por la Guía Michelin: el palermitano Sál – Cocina Nórdica, del chef Nicolás Diaz Martini, que ofreció su último servicio el sábado pasado. Sin embargo, los motivos de Báez y Diaz Martini son diferentes.
Realidad económica
El cierre de Franca, escribió Julio Báez en la cuenta de Instagram del restaurante, “es el resultado de una realidad económica que nos toca profundamente, como a tantos otros, en mayor o menor proporción. Los restaurantes no son ajenos a los mismos problemas que tenemos todos en nuestra economía doméstica, lo ves cuando vas a la verdulería, a la carnicería, al supermercado”.
En su posteo, el chef también da cuenta de los intentos por sobrellevar esta difícil situación: “Abrimos de día, de noche, brunchs, de lunes a sábados, redujimos equipo con todo el dolor del mundo, no tocamos los precios, bajamos los precios, bajamos costos sin resignar calidad, y más”.
Y agregó: “Pusimos el alma, el corazón, el cuerpo, la cabeza y cada gramo de energía en este proyecto, de nada vale hablar del dinero, eso va y viene”.
En un posteo anterior, el chef también propietario de Julia -restaurante igualmente recomendado por la Guía Michelin- anunció que el último servicio de Franca será el sábado 7 de junio.
Franca había abierto sus puertas en diciembre de 2022 en Darwin 1111, Villa Crespo. “Se cierra una etapa, pero vendrán nuevas oportunidades”, agregó.
En su última reseña de Franca, la Guía Michelin explicaba: ”Si ya conoces o has oído hablar del exitoso Julia, a poca más de dos cuadras, lo más sencillo es que veas este restaurante como su hermano menor, con la misma base e independencia que Julia a la hora de trabajar con productos orgánicos pero marcado por la determinante impronta del fuego y la parrilla, el eje vertebrador de esta propuesta».
Nuevos horizontes
“La influencia de la nueva cocina nórdica se extiende por todas partes y aquí, en esta hermosa casa de época, su impacto está a la vista. Los principios básicos se centran en los ingredientes locales, los sabores naturales y el uso de técnicas como el encurtido, la fermentación, el ahumado y la salazón. En Sál, que en islandés significa ‘alma’, la cocina se basa en estos principios, pero también añade alguna nota asiática”, decía al respecto de Sál la Guía Michelin.
A través de un comunicado de prensa, Sál explicaba el cierre de este restaurante que abrió sus puertas en 2023 en Thames 2450, Palermo: “Por razones ajenas a la voluntad, Sál – Cocina Nórdica cierra sus puertas, con 3 años en su haber, 2 menciones en la guía Michelin -2024 y 2025- miles de smørrebrød, shots de aquavit, gravlax y platos donde prepondera el ahumado, las conservas y sabores únicos”.
El comunicado también subraya los nuevos proyectos de su chef: “Hacia marzo de 2026, inaugura un nuevo restaurante en Punta del Este”. Además, agrega, “Nicolás Díaz Martini sigue con sus clases de cocina , el emprendimiento hermano de Sál, con los eventos “Boiling” junto a Ale Langer (cocina discreta y noches de cúpulas) y un nuevo proyecto “Drøm” (en el sur desde el norte), cenas de 8 pasos para solo 8 comensales en un ambiente íntimo, en la zona de Belgrano».
Otro cierre
También esta semana fue difundido en redes otro cierre, en este caso del restaurante Ya Cabrón. Ubicado en Ángel Carranza 1946, Palermo, Ya Cabrón apostaba por su propia versión de la cocina mexicana.
“Después de 4 años, 9 meses y 29 días, con mucho agradecimiento y un poco de tristeza, tomamos la decisión de cerrar Ya Cabrón”, postearon en Instagram. Si bien no dieron precisiones, se entiende que la causa del cierre es económica:
“Hoy, con un contexto difícil y muchos meses de intentar sostenerlo, sentimos que es momento de cerrar esta etapa. Lo hacemos con tristeza, pero también con la tranquilidad de haberlo dado todo”.