Ya no quedan dudas de que los perros son de los animales más fieles y leales hacia los humanos. A lo largo del tiempo, también demostraron tener una enorme capacidad de empatía, solidaridad y entrega, por lo que muchas veces sus historias logran conmover. Este es el caso de Lilica, una perra de Brasil que, cada noche, recorre más de 12 kilómetros de caminos oscuros y zonas peligrosas para conseguir comida. Pero, no lo hace solo por ella: su objetivo es alimentar a sus compañeros de vida —gatos, gallinas y otros perros— que viven en un depósito de basura en São Paulo.
Lilica fue abandonada de cachorra en un depósito de basura en São Carlos, interior de São Paulo, donde luego fue adoptada por Neile Vânia Antônio. Allí convivió con otros perros, gatos, gallinas e incluso una mula, convirtiendo ese lugar en su hogar. Por ende, cuando nacieron sus ocho cachorros, la falta de alimento la impulsó a aventurarse por la ciudad en busca de comida. Fue así como conoció a Lucía, una profesora y defensora de animales que cada noche le ofrecía comida: salchichas, arroz y legumbres, lo que marcó el inicio de una rutina que cambió su vida.
Todas las noches, Lilica camina más de 12 kilómetros para llegar al encuentro con Lucía. Allí come un poco y luego agarra la bolsa atada de comida en su hocico y regresa al depósito de basura, llevando alimento para todos sus compañeros. Lo sorprendente es que continúa haciéndolo como un hábito, ya que siguió incluso después de que sus propios cachorros fueron adoptados.
Sin lugar a dudas, su espíritu solidario se convirtió en ejemplo: plantea una lección de generosidad incluso para los humanos. En diálogo con Europa Press, Neile, quien adoptó a la perra, expresó: “Nosotros como seres humanos apenas compartimos cosas con otros. Un intercambio entre animales es una lección para todos nosotros”.
Por su parte, Lucía considera que su encuentro con Lilica es un compromiso mutuo: ella no viaja ni se ausenta porque la perra confía plenamente en ella.
La rutina de Lilica nos recuerda que los lazos más fuertes no siempre vienen de la sangre, sino del amor y el cuidado genuino. Su historia, simple pero poderosa, deja en claro que la solidaridad y la empatía pueden cruzar cualquier frontera, incluso la de las especies.
Las reacciones de los usuarios
Esta historia no es nueva, pero en las últimas horas volvió a hacerse viral y, como era de esperarse, generó una ola de reacciones en redes sociales. Muchos usuarios se mostraron profundamente conmovidos por el inmenso amor y la solidaridad de Lilica, una perra que, sin importar su situación, no duda en compartir lo poco que tiene con sus amigos. Su gesto volvió a despertar admiración y ternura, recordando que incluso los animales pueden dar grandes lecciones de empatía y generosidad.
“La solidaridad que le falta a los humanos, la tienen los animalitos”, “Ay Dios tan linda y solidaria. Si nos pereciéramos más a los animalitos que tienen tanta nobleza en su corazón y todo su ser, el mundo no estaría tan convulsionado” y “Ojalá los humanos aprendiera más de los valores y empatía de los perritos”, fueron algunos de los comentarios que dejaron en la publicación de la noticia.