Recrea las recetas armenias de su familia en un restaurante de Villa Crespo

admin

Falafel, hummus, chi kofte (keppe crudo) y sarmá (hojas de parra)

Dicen que al llegar a Armenia el aire te envuelve en un abrazo de especias. Algo de eso pasa al entrar a Naní, donde se perciben los aromas cálidos del comino, el clavo, el cardamomo, la canela.

El restaurante se detecta en pleno Villa Crespo, ese barrio donde viejas peluquerías y depósitos mutaron en reductos, bares y panaderías convocando a los que huyen de la vorágine urbana sin resignar calidad.

La fachada de Naní, en pleno Villa Crespo

Su salón, un espacio que es todo ventanal y luz, ladrillos a la vista y lámparas industriales, dilata sus fronteras hasta la veredita, el lugar más codiciado cuando el clima se pone amable.

“Naní” significa “mamá” en un dialecto armenio, y también es el nombre que eligió Natalia Demirdjian para rendir homenaje a su linaje materno: mujeres que cocinaban con paciencia, transmitiendo saberes sin libros, entre gestos, medidas a ojo y cucharas de madera. De ellas aprendió a preparar los panes planos, a usar los lácteos con conocimiento de causa, a respetar a rajatabla los tiempos de las preparaciones. Natalia dio sus primeros pasos en este rubro en un emprendimiento de Villa Urquiza, en modo take away. Hoy, con ese almacén todavía marchando viento en popa, dirige este sitio donde la tradición encuentra nuevas formas.

Entre los dulces de la comida armenia hay baklava con pistachos, kadaif crujiente, shamali de sémola y galletitas gurebieLo que empezó como un almacén para take away mutó en un sólido restaurante

Recorrer la lista de platos es encontrar una colección de recetas armenias de ayer y de hoy, tradiciones de Zeytun, Marash, Baghchá o Lapach, filtradas por su mirada. Hay hummus cremoso, lehmeyún, falafel, khachapuri (pan georgiano relleno con queso y huevo poché, gordo y delicioso), hojas de parra, borek, arroz pilav. No faltan los kebabs, claro. El mante, pequeñas barquitas de masa rellenas de carne servidas en caldo con yogurt y manteca especiada: esa suerte de mandala que demanda paciencia y buena mano, es de los más logrados de la Ciudad.

El hummus de la casa es cremoso y de un sabor único

Hay postres –baklava con pistachos, kadaif crujiente, shamali de sémola, galletitas gurebie– que muestran la misma atención al detalle. Y para acompañar: tan (Airan), bebida de yogurt y anís, limonadas caseras, cerveza armenia, vinos locales de etiquetas clásicas, café armenio y tés.

¿La fórmula del éxito de Naní?, le pregunto a Natalia: “solo sé que intento recuperar en mi cocina sabores y gestos de otras generaciones. Y que la gente que viene a este lugar, vuelve.”

Natalia Demirdjian honra al linaje materno con el restaurante.

  • Naní Gurruchaga 1088. Villa Crespo, CABA. De martes a sábados de 12 a 15:30 y de 20 a 23:30. Domingos, de 12 a 15:30. @nanicocinaarmenia

Deja un comentario

Next Post

El Gobierno fijó los valores que cobrarán las autoridades de mesa y delegados en las elecciones de octubre

A dos meses de las elecciones legislativas nacionales, programadas para el domingo 26 de octubre, el Gobierno fijó los valores de los viáticos para autoridades de mesa y delegados judiciales y tecnológicos que participarán. Según la Resolución 347/2025, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, los valores, que dependerán del […]
El Gobierno fijó los valores que cobrarán las autoridades de mesa y delegados en las elecciones de octubre

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!