
Catherine Connolly se acerca a la Presidencia de Irlanda de acuerdo con los primeros recuentos que se están dando a conocer, desde primera hora de este sábado, tras las elecciones del viernes, que apuntan a un batacazo de la coalición de centroderecha del Fianna Fáil y el Fine Gael, representados por la exministra de Protección Social Heather Humphreys.
Recuentos en Dublín, Kildare, Galway, Meath o Wexford apuntan a una victoria de Connolly mientras fuentes del Fine Gale han reconocido al ‘Irish Times’ que la carrera ya «se ha terminado» a estas alturas. La radiotelevisión pública irlandesa, RTE, también coincide con estos pronósticos.
Encuestas previas ya daban a Connolly, de 68 años, representante de la izquierda irlandesa (si bien se ha presentado como independiente), la victoria en unos comicios que, de ratificarse en los resultados oficiales de las próximas horas, la convertirán en la décima presidenta de Irlanda; un cargo en apariencia protocolario pero con amplias oportunidades para expresar el sentir popular.
Connolly ha acusado a la OTAN ejercer prácticas belicistas, ha comparado el gasto armamentístico de Alemania con el de la década de 1930, ha votado en contra de los tratados de la UE y ha afirmado que Hamás es «parte del tejido social del pueblo palestino». En este sentido, Connolly ha denunciado sin paliativos un «genocidio» en Gaza por los ataques de Israel y ha prometido viajar a Palestina como presidenta irlandesa para declarar en persona su apoyo a la población.
Sucederá, si se cumplen los pronósticos, al poeta y exministro Michael D. Higgins, que ha llegado al límite de dos mandatos.
MUCHOS VOTOS NULOS CON QUEJAS Y AMENAZAS
La líder del partido Laborista de Irlanda, Ivana Bacik, ha celebrado la posible victoria de Connolly — quien precisamente empezó su carrera política en esta formación –, pero ha querido llamar la atención sobre la gran cantidad de votos nulos depositados al escribir los votantes en la papeleta sus quejas sobre la situación del país, e incluso amenazas contra los representantes públicos.
«Primero, hay que tomárselo en serio. Debemos analizar las preocupaciones de la gente y por qué se sintieron no representados por los candidatos en estas elecciones», ha explicado a RTE antes de condenar algunos de los mensajes, de marcada tendencia «antidemocrática».
«El nivel de virulencia dirigido a personas de todas las tendencias políticas en algunas de esas papeletas nulas es realmente alarmante, y creo que significa que debemos tomarnos muy en serio esa amenaza», ha avisado.
