La delicada situación en la que quedó atrapado Max Verstappen con la penalización de tres puntos en la superlicencia, tras el incidente que protagonizó en el reciente Gran Premio de España, reveló los planes que tejía desde hacía un tiempo Red Bull Racing con Arvid Lindblad, el talento de 17 años que se destaca en la Fórmula 2. La escudería de Milton Keynes solicitó a la Federación Internacional del Automóvil (FIA), mucho antes de que MadMax recibiera el castigo en Montmeló por haber chocado de modo intencional a George Russell, una excepción para que el piloto británico-sueco tuviera el aval para participar en entrenamientos antes del 8 de agosto, fecha en la que cumplirá la mayoría de edad y quedará autorizado sin necesidad de permisos.
El pedido será considerado la próxima semana en la reunión del Consejo Mundial del Deporte Motor de la FIA, en Macao, y de ser aceptado disparará una situación que sería como regresar en el tiempo y recordará el caso Verstappen: el hoy tetracampeón debutó siendo menor y provocó modificaciones en el reglamento.
Diez segundos en la clasificación, que le hicieron perder cinco puestos y 9 unidades para el campeonato, y tres puntos de penalidad en la licencia fueron el castigo de los comisarios deportivos a Verstappen. El sistema se implementó en Spa-Francorchamps en 2012 y el neerlandés sumó la mayoría de sus sanciones por colisiones con otros pilotos o por haber forzado a rivales a salir de la pista. Los grandes premios de Austria, México, Brasil, Qatar y Abu Dhabi de 2024 arrojaron los ocho puntos de castigo que arrastraba MadMax, que debe salir limpio de las citas de Canadá, el próximo fin de semana, y Austria, del 27 al 29 de junio, para no tener que cumplir una fecha de suspensión. El último piloto de Fórmula 1 que purgó con un gran premio fue Kevin Magnussen (Haas), que lo hizo el año pasado en Azerbaiyán, la carrera que coronó con los primeros puntos en el Gran Circo a Franco Colapinto (Williams).
Ahora bien: ¿Lindblad es un candidato a tomar la butaca de Verstappen? Es un piloto considerado por Red Bull y sus actuaciones en su año de estreno en la F. 2 resaltan sus virtudes: con dos victorias en el campeonato, se ubica en el tercer puesto, por detrás del puntero, Alex Dunne (McLaren), y del neerlandés Richard Verschoor. Pero en la línea y con mayor experiencia, las primeras opciones se concentrarían en Isack Hadjar, de Racing Bulls, que después de un desconsolador estreno en Melbourne se destaca con sus clasificaciones y la suma de 21 puntos en nueve fechas; Liam Lawson, que fue degradado de Red Bull a la estructura satélite luego de un inicio de año decepcionante –apenas dos grandes premios como compañero de Verstappen–, y el japonés Ayumu Iwasa, que ingresó al programa de Milton Keynes en 2021, participó en la Fórmula 3 y la Fórmula 2, actualmente lo hace en la Súper Fórmula de su país y como piloto de reserva tomó parte del primer entrenamiento con el RB21 en Bahréin.
Una sorpresa sería una convocatoria a Daniel Ricciardo o a Sergio Checo Pérez, que no integran la grilla en el actual calendario pero que acumulan experiencia: el australiano protagonizó 100 grandes premios en Red Bull y el mexicano afrontó 90 bajo el mismo techo que Verstappen.
También Mercedes hizo, un año atrás, un pedido de excepción, por Andrea Kimi Antonelli. La situación generó una modificación del Código Deportivo Internacional de la FIA. El artículo 13.1.2 sumó el apéndice L, que señala: “Solo con la aprobación de la FIA se podrá conceder una superlicencia a un piloto de 17 años si mostró recientemente y de forma consistente cualidades excepcionales y suficiente madurez”.
A faultless drive 👏
The moment Arvid Lindblad became an #F2 Feature Race winner 🥇🏆#SpanishGP pic.twitter.com/tnfERiAfIk
— Formula 2 (@Formula2) June 1, 2025
Pero quien generó la gran reforma fue el propio Verstappen, en 2014. Aquel piloto con cara de niño revolucionaba el paddock en Suzuka. Tres días después de cumplir 17 años, giró por primera vez en un auto de la máxima categoría del automovilismo mundial y desató un debate, entre elogios y críticas. Por esa razón, la FIA endureció a partir de su estreno en Japón los requisitos para el ingreso de un piloto a la Fórmula 1.
El imperio Red Bull dio señales de la jugada que preparaba y en agosto de 2014 el canal de televisión Servus, de la marca de bebidas energizantes, presentó a Verstappen en sociedad. En la entrevista, enfundado en un buzo con los colores de la bandera austríaca –la nacionalidad del fundador de la empresa, el fallecido Dietrich Mateschitz–, Max respondió con timidez un par de preguntas antes del anuncio: el año siguiente ocuparía una de las butacas de Toro Rosso, el equipo B de la organización.
“Casi todo el mundo nos tildó de locos y reprobó el ascenso. La FIA, incluso, actuó de modo estúpido y modificó el sistema de licencias para que ningún otro piloto pudiera debutar antes de la mayoría de edad”, comentó Helmut Marko, asesor de Red Bull y el hombre que resultó el primer escudo de MadMax e impulsó su salto desde la F. 3 hasta la F. 1, sin escala en la Fórmula 2.
“No es más que un número. Si te preparás bien, no debería haber problemas”, se despachó Verstappen, un talento excepcional que aparece una vez cada una o dos décadas. “No estamos jugando a la ruleta rusa haciéndolo debutar tan pronto. Sabemos lo que hacemos y el éxito nos dará la razón”, apuntó Marko, cuyas predicciones se cumplieron: MadMax es el piloto más joven en debutar, puntuar y ganar en la Fórmula 1. Además, es el tercero en cantidad de triunfos (65), detrás de Lewis Hamilton (105) y Michael Schumacher (91), y el tetracampeón que en 2025 batalla contra la superioridad de McLaren y ahora con sus propios demonios. Los que lo dejaron al límite de una sanción.