El consumo familiar en el Reino Unido experimentó un incremento del 0,3% durante el tercer trimestre, superando en una décima las cifras anticipadas inicialmente y situando el crecimiento interanual de este indicador en un 0,7%. Esta evolución no solo muestra un leve repunte en el poder de compra de los hogares, sino que contrasta con el lento avance general que registró la economía británica en el periodo evaluado. De acuerdo con lo consignado por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), el producto interior bruto (PIB) del país aumentó un 0,1% entre julio y septiembre de 2025, lo que representa una desaceleración frente al segundo trimestre y, además, una revisión a la baja de las cifras previas, que finalmente quedaron situadas en un crecimiento del 0,2% para esa etapa.
Según reportó la ONS, el desempeño divergente de los distintos sectores pesó sobre el resultado global. El sector servicios, que constituye el componente más relevante del PIB británico, avanzó un 0,2% en los tres meses analizados, registrando una décima menos que el trimestre previo y, por tanto, mostrando síntomas de ralentización. Las actividades de la construcción también evidenciaron menor dinamismo, con una expansión del 0,2%, muy por debajo del 1,2% obtenido entre abril y junio. En contraste, el área industrial presentó una caída del 0,3%; aunque negativa, la cifra resultó más moderada de lo que se preveía y mejor que el descenso del 0,7% anotado en el trimestre anterior, según detalló la ONS.
La formación bruta de capital fijo, uno de los principales indicadores de inversión en activos duraderos, creció un 1,3% en el tercer trimestre. Este dato se situó por debajo de la estimación inicial, que atribuía a este rubro un avance del 1,8%. A pesar del ajuste, el volumen invertido se ubicó un 2,9% por encima del mismo lapso del año anterior, señalando cierta recuperación respecto a los niveles de 2024. Al revisar el gasto público, la ONS reportó un aumento real del consumo gubernamental del 0,4% para el mismo periodo, una cifra que significa una décima de incremento sobre las proyecciones originales y también un crecimiento interanual del 1,6%.
En el ámbito del comercio exterior, las exportaciones del Reino Unido experimentaron un alza del 0,2% durante el tercer trimestre, frente al avance del 0,3% registrado en las importaciones. Según publicó la ONS, el estancamiento en ambos renglones demuestra que la contribución del sector externo continuó limitada, especialmente en comparación con otros componentes de la actividad económica. Tanto el consumo doméstico como el gasto público mostraron cierta mejoría, pero no lograron impulsar de manera significativa el ritmo de expansión total del PIB.
Tal como analizó la ONS, el incremento modesto en el gasto de los hogares y la inversión no compensó el menor crecimiento en los servicios ni la contracción industrial, lo que en conjunto definió una tendencia de debilidad para la economía británica. El medio recogió que la revisión a la baja de los datos del segundo y tercer trimestre obedece a la incorporación de información estadística adicional y a una evaluación más precisa de los distintos segmentos productivos, procurando una mayor exactitud en la representación del ciclo económico nacional.
La ONS explicó que el informe presentado refleja los desafíos macroeconómicos y las repercusiones de factores tanto internos como externos sobre el desempeño económico del Reino Unido en 2024 y parte de 2025. La dinámica sectorial, marcada por desaceleraciones en los principales motores del crecimiento, junto a la evolución desigual de la demanda interna y externa, configuran un panorama de expansión limitada. De acuerdo con la ONS, la economía británica ha mostrado así una evolución sujeta a fluctuaciones y a una compleja interacción de variables, situación que continúa condicionando las expectativas para los trimestres siguientes.
El compendio de cifras divulga una imagen en la que el crecimiento económico persiste, aunque a un ritmo más pausado, determinado por la heterogeneidad en el comportamiento de los sectores productivos y la persistencia de incertidumbres en el entorno económico.
