
El Comando Unificado Pataz (CUPAZ), conformado por la Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas (FF.AA.), realizó el 27 de octubre una intervención de alto riesgo en la mina Gladis Quispe, ubicada en el anexo Pueblo Nuevo, distrito de Pataz, departamento de La Libertad.
El despliegue de la “Operación Dante” se produjo tras una denuncia de usurpación en el lugar, donde se alertó sobre la presencia de personas retenidas por presuntos integrantes de un grupo dedicado a la minería ilegal.
A su llegada, las fuerzas conjuntas confirmaron un entorno de alta tensión: detonaciones, disparos y vehículos incendiados indicaban la gravedad del escenario.
Según informaron fuentes militares y policiales, personal del operativo detectó rápidamente a dos personas que lograron salir del socavón, atadas de manos, quienes dieron la advertencia de que los captores amenazaban con asesinar al resto de los rehenes ante cualquier intento de rescate.
Ante la situación límite, el Comando Unificado Pataz decidió incrementar el contingente y solicitar la intervención de unidades especializadas como la DIROPESP-GRECCO y la Fuerza Especial Conjunta (FEC). La intervención se desarrolló en coordinación y con rapidez, logrando la liberación de las quince personas secuestradas y asegurando el área, informó la Policía Nacional.
La fase siguiente incluyó la verificación y aseguramiento del interior de la mina, donde se hallaron casquillos de bala, restos de explosivos y evidencias del enfrentamiento.
La mina había sido sellada parcialmente. Las víctimas fueron evacuadas y trasladadas a la sede de la DIVPOL Pataz. Los informes médicos iniciales establecieron que no presentaban lesiones visibles.
La “Operación Dante” se enmarca en la política de intervención directa contra los delitos asociados a la minería ilegal.
El CUPAZ reiteró que el objetivo fundamental consiste en devolver el control de zonas clave al Estado, reforzar la seguridad de la población y debilitar las redes delictivas en esta zona del país.

La Libertad, un territorio en tensión
El rescate coincidió con otra noticia que marcó la agenda regional: el fallecimiento de Marco Marín Saldaña, general de brigada y jefe del Comando Unificado de Pataz, quien pereció en un accidente de helicóptero luego de la operación, en la localidad de Chagual.
El hecho, confirmado por el Ejército del Perú el 27 de octubre, añadió nuevas interrogantes sobre la seguridad y los retos logísticos en el distrito de Pataz.
En mensajes difundidos por organismos oficiales y medios periodísticos, se informó que el general viajaba en una aeronave de desplazamiento institucional junto a una comitiva del Ministerio de Defensa.
Versiones preliminares, recogidas por Sol TV, apuntaron como posibles causas a la colisión con cables de alta tensión, y también se planteó la hipótesis de un eventual ataque a la aeronave, aunque la información oficial sobre el caso permanece incompleta.
Marco Marín Saldaña había asumido recientemente la misión de liderar al Comando Unificado de Pataz, conformado específicamente para enfrentar la ola de delitos, conflictos y amenazas asociadas al auge de la minería ilegal y la presencia de grupos armados.
La provincia de Pataz representa uno de los principales retos de seguridad, tanto por su geografía accidentada como por la concentración de actividades ilícitas y conflictos sociales, según el análisis de especialistas en seguridad.
