Las cuerdas de la imaginación con las que Tomás Richards (Buenos Aires, 1983) comienza Los años del chimpancé pertenecen al área en la que las coordenadas de la realidad se confunden deliberadamente con las de la ficción. Y el golpe es eficaz, porque lo que se narra a partir de ese instante se vuelve indiscernible de un reporte científico real, una anécdota inquietante o los prolegómenos secretos de un desastre.
“No todo está en internet”, advierte el autor, y a partir de la conjunción entre la biblioteca del Servicio Histórico del Ejército y las investigaciones de la etóloga inglesa Jane Goodall, presenta la transcripción de un texto mecanografiado en la década de 1970 en África acerca de cómo los mismos chimpancés capaces de fabricar herramientas básicas como los humanos, comienzan a implementarlas para una práctica humana aún más antigua: la guerra.
Semana a semana durante casi dos años, en el estilo sobrio de la mirada científica, se captan con sorpresa creciente las luchas por un territorio, por la prosperidad de una estirpe y por la mera inclinación pasional a la violencia. Pero, ¿qué los envuelve? ¿Un anhelo inédito pero natural de poder? ¿Su interacción con la especie humana?
Los parques nacionales de Tanzania, donde el fenómeno tiene lugar, son parte de un país en conflicto constante. Entonces, ¿quién “contagia” la guerra a quién? ¿Y qué significa que los chimpancés se tiñan de un sadismo sin una finalidad explicable desde el punto de vista de la supervivencia animal o la estrategia bélica humana? Con astucia, Los años del chimpancé le concede al lector meditar cualquier respuesta por sí mismo.
Los años del chimpancé
Por Tomás Richards
Funga
58 páginas, $ 10.000