El debate sobre la distribución de los ingresos por derechos de televisión en el fútbol colombiano ha reavivado las diferencias entre los clubes más influyentes y el resto de las instituciones.
Aunque la percepción general suele asociar la gestión de los equipos a la “administración de pobreza”, los datos recientes muestran que el negocio dista de ser poco rentable.
Según un informe de la Superintendencia de Sociedades, los clubes colombianos reportaron ingresos ordinarios cercanos a $729.000 millones de pesos y, al sumar la venta y préstamos de jugadores junto con la taquilla, la cifra ascendió a $1,096 billones de pesos en el último ejercicio contable.
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El rubro más relevante para las finanzas de los equipos es, sin duda, el de los derechos de televisión.
De acuerdo con el abogado especializado en derecho deportivo Marcelo Bee Sellares, quien compartió un análisis detallado en la red social X, el contrato vigente con Win Sports —que se extiende hasta diciembre de 2026— garantiza un ingreso anual de 55 millones de dólares (USD), equivalentes a más de 200.000 millones de pesos ($213.467.137.122 millones de pesos).
Este monto se distribuye entre los 36 clubes que conforman el sistema profesional colombiano, diferenciando entre la Primera División (Categoría A), integrada por 20 equipos, y la Categoría B, que agrupa a 16 instituciones.
El origen por inconformismo en la repartición de los derechos de televisión por Dimayor
El origen de las inconformidades radica en la fórmula de reparto. Dentro de cada categoría, la distribución es equitativa, sin ponderar factores como la audiencia o el desempeño deportivo. Bee Sellares puntualizó que “no se pondera audiencia ni desempeño actualmente”, y explicó que cualquier modificación en los criterios de asignación requiere la aprobación por mayoría calificada de los clubes, conforme a los estatutos vigentes. Esta situación ha generado malestar en instituciones como Millonarios, Junior, América o Atlético Nacional, que cuentan con una base de hinchas considerable y un historial deportivo destacado, elementos que suelen incidir en los niveles de audiencia televisiva.
La propiedad de los clubes en Colombia, a pesar de las dificultades económicas que se mencionan con frecuencia, rara vez cambia de manos. Existen excepciones, como la venta de La Equidad a un grupo estadounidense o la cesión del Deportivo Cali a un consorcio guatemalteco para evitar la quiebra, pero en general, la titularidad se mantiene en las mismas familias o grupos empresariales a lo largo de los años, lo que evidencia que el negocio sigue siendo atractivo para sus propietarios.
Estos son los clubes con más socios en el fútbol colombiano
La estructura accionaria de los clubes de la Liga BetPlay revela una marcada diversidad en los modelos de propiedad, con una presencia significativa de inversionistas extranjeros y una concentración de control en la mayoría de las organizaciones.
De acuerdo con el informe más reciente de la Superintendencia de Sociedades, los 34 clubes que integran el fútbol profesional colombiano suman 6.837 accionistas, cifra que ilustra la variedad de esquemas societarios existentes en el sector.
El análisis de la Superintendencia de Sociedades detalla que el 52,9 % de los equipos cuenta con entre 5 y 10 accionistas, lo que evidencia una estructura de control centralizada en la mayoría de los casos. En contraste, el 23 % de las organizaciones deportivas posee entre 101 y 300 accionistas, mientras que un 2,9 % supera los 4.000 accionistas, lo que pone de manifiesto la existencia de clubes con una base societaria considerablemente más amplia.
Entre los equipos con mayor número de accionistas destacan Azul & Blanco Millonarios FC S.A., América de Cali S.A. y Cortuluá Fútbol Club S.A., posicionándose como referentes en cuanto a apertura accionaria dentro del fútbol colombiano, según la Superintendencia de Sociedades. Además, tanto Millonarios como América de Cali sobresalen por la presencia de inversionistas extranjeros en su estructura de propiedad, consolidando una tendencia en expansión que ha captado la atención de aficionados y analistas económicos.