Robb Montgomery: “Todos tenemos un estudio de TV en el bolsillo”

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Robb Montgomery es una figura clave en la transformación del periodismo digital. Fundador de la Smart Film School y autor de libros esenciales como Mobile Journalism y Smartphone Video Storytelling, ha enseñado a periodistas de todo el mundo a contar historias impactantes con algo tan simple como un teléfono celular.

A lo largo de su carrera, trabajó con grandes medios como Reuters y con instituciones globales como la ONU, adaptando su método de enseñanza al contexto cultural y editorial de cada organización. Su enfoque combina la narrativa visual con las técnicas del design thinking para acelerar la innovación desde dentro de las redacciones.

Montgomery cree que el obstáculo principal no es la falta de tecnología, sino la escasa formación visual de los periodistas. En sus talleres, enseña a reportar con imágenes, escribir con imágenes y escribir para las imágenes, revirtiendo el paradigma tradicional centrado en el texto.

En esta entrevista con LA NACION, habla sobre los desafíos del periodismo móvil (Mojo), su integración en las universidades, las ventajas del video con smartphones, los usos de la inteligencia artificial en producción audiovisual y cómo los periodistas de América Latina pueden liderar esta revolución móvil.

Capacitó a periodistas en más de 40 países. ¿Qué desafíos comunes enfrentan al adoptar el periodismo móvil y cómo los superan?

– Dicté talleres de Periodismo Móvil (Mojo) en redacciones de noticias digitales y televisivas de todo el mundo, y hay una gran diferencia en el ritmo de adopción global. En Alemania, Estados Unidos y otros “centros tecnológicos” del periodismo, el Mojo todavía no ha despegado realmente. En cambio, en Asia, América Latina, Francia, Austria, Reino Unido, España, África, Italia y Escandinavia, es un método ampliamente conocido y practicado por grandes emisoras y muchos otros. La clave para hacerlo crecer en EE.UU. es que los cursos de Mojo sean obligatorios para los estudiantes de primer año en medios. Mojo sienta las bases del periodismo multimedia. Profesores de escuelas de medios en EE.UU. me dicen que han abandonado el modelo de Periodismo Multimedia (MMJ )y ahora recurren al Mojo para enseñar contenidos en la era digital.

– En su libro Mobile Journalism destaca el uso de los smartphones para contar historias. ¿Cuál es el error más frecuente que cometen los periodistas al empezar a usar esta herramienta?

– Los obstáculos son casi siempre los mismos. El mayor problema no es la falta de conocimientos técnicos, sino la falta de alfabetización visual. En mis talleres, guío a los periodistas para que produzcan historias visuales impactantes con sus teléfonos mediante un flujo de trabajo simple: reportar EN imágenes primero, luego escribir CON imágenes y finalmente escribir PARA las imágenes. En las redacciones donde se comprende este flujo como modo predeterminado de trabajo en campo, reporteros, editores y productores están mejor preparados para aprovechar las formas narrativas que el Mojo permite. Es excelente para la improvisación, noticias de última hora, historias fortuitas, reportajes de viajes, coberturas de crisis y perfiles en el terreno.

Robb Montgomery:

– Fundó la Smart Film School en 2014. ¿Cómo ha evolucionado la enseñanza del periodismo móvil desde entonces y qué cambios notó en las necesidades de los estudiantes?

– A comienzos de los 2000, dirigía talleres de “Narración Multimedia” en Canadá, Asia y EE.UU. con herramientas que cabían en una mochila: una cámara compacta, una videocámara HDV, un grabador de audio Zoom y una laptop. Hoy, esas herramientas son más pequeñas y potentes, pero la posibilidad de salir a campo, grabar, editar, guionar y transmitir una historia sin volver a la redacción sigue igual. Lo que falta no es tecnología, sino fluidez en el lenguaje visual. Todos los reporteros tienen un smartphone. La mayoría no sabe usarlo como la libreta de notas definitiva. Por eso es fundamental capacitar a todo el staff y hacer que los cursos de Mojo sean obligatorios para las nuevas contrataciones y estudiantes.

– Trabajó con organizaciones como la ONU y Reuters. ¿Cómo adapta sus programas de formación a las diferentes culturas y estilos periodísticos?

– En los grandes medios, el Mojo se incorpora como una capa que complementa el ecosistema multimedia completo de una redacción. No reemplaza el trabajo de un equipo especializado (cámara, reportero, audio, productor). El smartphone es simplemente la herramienta más reciente (y por lejos, la mejor) para contar grandes historias con cámaras pequeñas. Por eso hago capacitaciones personalizadas con diferentes equipos: un grupo de productores de actualidad una semana, los nuevos empleados la siguiente, y el equipo de redes sociales la tercera. Cada grupo tiene sus propias experiencias y vacíos de conocimiento.

– Según su experiencia, ¿cómo ha influido la narrativa visual en el consumo de noticias en la era digital?

– El lenguaje visual es como la música: es universal. La gente no necesita aprender a escuchar música ni a leer una “frase visual”. Pero si sos un periodista centrado en el texto, necesitás estudiar cómo componer historias visuales con integridad periodística.

– Ha liderado rediseños en diarios como el Chicago Sun-Times. ¿Qué aprendizajes aplica ahora en la producción de contenidos móviles?

– Los métodos del design thinking son herramientas versátiles para crear nuevos productos y servicios informativos. Aunque se suelen ver como un proceso de branding, en realidad, la base del diseño no siempre es visual. He aprendido a liderar equipos interfuncionales para definir desafíos, construir “personas” (perfiles de audiencia) y prototipar soluciones. Lo más gratificante es cuando clientes como el Hindustan Times me contratan para enseñarles tanto Mojo como design thinking. Esa combinación es un gran motor de transformación digital.

– A lo largo de su carrera, ¿cómo vio cambiar la percepción del Mojo en las redacciones tradicionales?

– Siempre hay idas y vueltas. Algunos años, se enfoca en enseñar a hacer paquetes de video; otros, en coberturas en vivo. Hoy, la atención está puesta en construir formatos para redes sociales y documentales de calidad para YouTube y televisión.

Robb Montgomery dicta clases de Periodismo Móvil por todo el mundo

– En su otro libro Smartphone Video Storytelling habla de la importancia de planificar. ¿Qué consejo daría a periodistas para planificar una historia móvil?

– Primero, les pido que aprendan 10 formatos comunes de historias en video y cómo reportarlas y editarlas. Así, cuando planifican un nuevo tema, tienen una “biblioteca” de experiencias para elegir. Toda la redacción debería conocer esos diez formatos. Esto facilita acordar con los editores qué tipo de historia se va a producir y cuál elegir si cambian las circunstancias. También ayuda a que los editores entiendan cuánto tiempo lleva producir un video. Por eso siempre invito a los editores a mis talleres.

– Ha ganado premios por sus documentales filmados con celulares. ¿Qué ventajas y límites encuentra en estas producciones?

– Las ventajas son claras cuando ves mis trabajos, como filmar en la casa del árbol más alta del mundo en Laos o nadar en hielo en Helsinki. Las cámaras pequeñas son ideales para cineastas solitarios. Las limitaciones también son evidentes: no hay lentes largos, el almacenamiento de clips es limitado, la batería se agota rápido y tu energía también. Pero esas limitaciones te obligan a ser ingenioso y sacar el máximo con pocos recursos.

– ¿Cómo está cambiando la inteligencia artificial la producción de contenidos en video, especialmente en Mojo? ¿Es optimista o cauto frente a su impacto creativo y ético?

– En preproducción, la IA puede ayudarte a investigar y encontrar historias. En postproducción, una de las tareas más tediosas es revisar entrevistas. Me gustaría tener una app de IA que te permita seleccionar y recortar los mejores fragmentos solo editando el texto, como en un procesador de texto. Eso aceleraría muchísimo el proceso.

Uno de los libros sobre periodismo móvil publicados por el realizador

– Ha enseñado en diferentes universidades del mundo. ¿Cómo se integra hoy el Mojo en los programas académicos?

– Espero que los decanos vean el Mojo como la nueva versión del curso básico de “Redacción periodística 101”. Lo que los estudiantes aprenden en un curso semestral con diez proyectos refuerza mi idea de que debería ser obligatorio en primer año. Por eso escribí el libro académico Mobile Journalism y produje un curso online de 100 lecciones que se usa en universidades de Reino Unido y Singapur. Lo diseñé para que los docentes siempre tengan ejemplos frescos, análisis de casos y material actualizado.

– ¿Cómo pueden los periodistas usar Mojo para cubrir eventos en vivo en tiempo real?

– Es mucho más fácil que hace 15 años, cuando cubrí por sorpresa una protesta estudiantil en Roma para Radio Free Europe. Hoy, hay micrófonos adecuados y apps que se integran con sistemas de emisión para hacerlo más simple y económico.

– ¿Qué consejo les daría a periodistas de América Latina que trabajan en contextos con pocos recursos?

– El Mojo es perfecto para periodistas ingeniosos. Hace unos años, un estudiante de Ciudad de México ganó un premio importante en los Mobile Journalism Awards, lo que demuestra que el Mojo nivela el campo. Este año, una reportera de la TV pública española ganó dos de los principales premios. Me enorgullece ver que muchas mujeres lideran estos logros.

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