El presidente boliviano Rodrigo Paz anunció este jueves la puesta en marcha de una “comisión de la verdad” enfocada en investigar denuncias de corrupción en el área de hidrocarburos.
La iniciativa, presentada en un mensaje oficial transmitido por Bolivia Tv, busca vincular a distintos sectores políticos e institucionales con el objetivo de esclarecer irregularidades que, según Paz, afectan al Estado desde gestiones anteriores.
“En apenas 12 días hemos encontrado hechos gravísimos: corrupción, desfalco y robo en hidrocarburos”, afirmó el mandatario. Según su declaración, un grupo operaba una estructura clandestina para el robo de combustibles subsidiados, fenómeno que habría influido en la escasez y en la aparición de largas filas en las estaciones de servicio poco antes del cambio de gobierno.
Paz explicó que la nueva comisión estará compuesta por representantes políticos y sociales, y su obligación será “revelar la verdad, denunciar a los responsables y llevarlos ante la Justicia”, sin importar su pertenencia política.

“No es una cuestión de unas pocas manzanas podridas; hablamos de un sistema de corrupción armado de manera infame”, sostuvo, señalando como víctimas directas a los sectores más humildes y la dignidad nacional.
En sus primeras declaraciones públicas, Paz evitó dar nombres pero dejó entrever que los hechos investigados corresponden a los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce, ambos del partido Movimiento al Socialismo (MAS).
Además, subrayó que “el dinero del pueblo debe volver al pueblo” y aseguró: “No había un mar de gas, había un mar de corrupción”.
Paz remarcó que los hechos investigados no corresponden solo a individuos aislados, sino que apuntan a “un sistema de corrupción armado de manera infame” que, en sus palabras, impactó directamente en “los más humildes” y atentó contra “la dignidad nacional”.
El presidente, que asumió funciones el 8 de noviembre con el compromiso de afrontar la emergencia económica, viene apuntando a la falta de dólares, la escasez energética y la inflación como desafíos centrales.
En ese contexto, inició acercamientos con el gobierno de Estados Unidos y organismos multilaterales para asegurar el suministro de combustible y divisas. Además, analiza alternativas para modificar el sistema de subsidios públicos a los hidrocarburos, vigente desde hace más de veinte años y que mantiene el precio de la gasolina y el diésel en torno a los 0,50 dólares el litro.
Durante una conferencia de prensa reciente, Paz reveló que la estimación oficial señala pérdidas por al menos 15.000 millones de dólares producto de la corrupción en hidrocarburos a lo largo de casi dos décadas, y adelantó que la administración lleva a cabo “una autopsia” estatal para detectar nuevas irregularidades no sólo en ese sector, sino en diversas áreas de la administración pública.
“No es fácil desmantelar toda la institucionalidad corrupta que nos dejó el MAS durante veinte años, pero lo estamos haciendo“, sostuvo este miércoles Paz a través de la red social X y sumó: ”A medida que avanzamos en el reordenamiento del Estado, nos encontramos con deudas no registradas, compras irregulares y desfalcos millonarios en las arcas del Estado. (…) Estamos empezando a poner la casa en orden».
Las primeras medidas gubernamentales, que incluyeron cambios en la gestión logística y operativa, permitieron normalizar la distribución de combustibles y estabilizar el mercado cambiario informal, con una baja en el precio del dólar paralelo y un retroceso de precios en insumos básicos.
(Con información de EFE)
