En septiembre de 2024, Carolina ‘Pampita’ Ardohain y Roberto García Moritán anunciaron el fin de su relación amorosa de casi cinco años de duración. Aunque al principio los motivos no estuvieron muy claros, semana a semana comenzaron a salir a la luz rumores sobre reiteradas situaciones de infidelidad del empresario para con la modelo. Una de las más fuertes fue la de Araceli Salto, una joven oriunda de Chaco a la cual el exlegislador porteño habría conocido mediante redes sociales.
A un año del escándalo que la tuvo en el ojo de la tormenta, la mujer decidió salir a dar la cara al aire de LAM (América TV) y contar su versión de los hechos. “Durante mucho tiempo no quise hablar y ya casi pasó un año. Fue un montón lo que esto significó en mi vida, fue un golpe muy fuerte. Porque más allá de que siempre lo estuve cuidando, del otro lado también tengo una vida y una familia. Soy de un pueblito donde mi mamá no la pasó bien, mi familia no la pasó bien. Vengo de una familia cristiana, mis abuelos pastores y eso afectó gravemente mi vida”, comenzó su relato la mujer.
“¿Tu familia te reprochó algo?“, le consultó el notero, a lo que Araceli respondió: ”Sí. De hecho lo que me llevó a hacer hoy el clic y hablar es, justamente, el hecho de que mi abuelo tuvo un ACV hace muy poco y yo supe por una tía que él todas las noches antes de irse a dormir buscaba mi nombre en Google y leía todas las cosas que ponían sobre mí“, remarcó visiblemente afectada.
En lo que se refiere a cómo empezó su relación con Roberto García Moritán, la joven explicó que fue casi por casualidad por un intercambio de mensajes en redes sociales. “Yo conocí a Robert un año después de haberme separado, a través de redes sociales. Yo vivía en Taco Pozo, Chaco, y él me empezó a seguir en Instagram y hablamos casi siempre. Él había terminado una relación con una chica, creo que Juanita (Viale). Siempre me decía para conocernos y yo como que estaba iniciando mi vida en Buenos Aires, había empezado con el tema del pádel, peluquería y un día fui a la casa de una amiga en Campo de Mayo. Él me escribe a la noche y me dice: ‘te paso a buscar’. Fue, me buscó y fuimos a comer”, recordó sobre su primera cita.
Tras este breve romance, Araceli, por su trabajo en el mundo del pádel, se fue a vivir al sur argentino y perdieron conexión por algunos meses. Fue allí donde se habría enterado de que Roberto conoció a Pampita y que muy pronto se casaría.
A los meses de haberse consumado el matrimonio, volvieron a hablar y a verse de forma clandestina. “Yo lo cuidaba mucho y a la vez me había envuelto en algo que no entendía, tampoco lo hacía apropósito. Me dejé llevar y si hubiese sido por mí nunca hubiese salido a la luz y no hubiese continuado. Yo le corté, pero teníamos una amistad muy intensa donde yo lo escuchaba mucho. Y en un momento sentí que lo escuchaba demasiado y que del otro lado no obtenía lo mismo”, analizó sobre el vínculo tóxico que tenían.
Pero Araceli no sería la única mujer que frecuentó Roberto García Moritán durante su matrimonio con Pampita. Según dio a conocer Pepe Ochoa, el empresario gastronómico se hablaba con diferentes mujeres en redes sociales que llegaron a querer vender sus historias por dinero a los medios. “Esta chica que habló dio mucho detalle y por lo que hemos visto acá era un modus operandi. Roberto siempre encaraba por redes. Previamente, una persona nos quiso cobrar 35 mil dólares para contarnos su historia. Era también del interior”, reveló el panelista de LAM.