Michu, expareja de José Fernando y madre de su hija Rocío, de 7 años, fallecía repentinamente a los 33 años este lunes 7 de julio por la noche mientras se encontraba en su casa con su pequeña, a causa supuestamente de los problemas congénitos de corazón que padecía de nacimiento.
Tras velar sus restos mortales durante este miércoles en el tanatorio de Arcos de la Frontera, la familia Ortega Cano Mohedano también ha querido estar presente en su último adiós, y a primera hora de este jueves han asistido, junto a los familiares de Michu, al funeral por su eterno descanso que se ha celebrado antes de su entierro en el cementerio de su localidad natal.
En primer lugar era José Ortega Cano el que llegaba visiblemente afectado al responso en el tanatorio acompañado por su cuñado Aniceto, seguido a los pocos minutos por su cuñada Gloria Mohedano y su marido José Antonio Rodríguez.
Abatido, José Fernando se dejaba ver vestido completamente de negro charlando con una amiga en un banco antes de unirse a su padre y al resto de su familia para despedirse definitivamente de la madre de su hija, a la que conoció en 2013 y con la que mantuvo una relación de idas y venidas, marcada por la polémica, las rupturas y las reconciliaciones, hasta principios de 2024.
También de riguroso luto y con grandes gafas de sol han llegado al funeral Gloria Camila y Rocío Flores, acompañadas por el novio de la hija de Ortega Cano, Álvaro García, y dos amigas a las que también vimos junto a ellos ayer en el velatorio. Con una tristeza visible en sus rostros, ni la hija ni la hermana de Rocío Carrasco han querido hacer declaraciones a la prensa.