KIEV.- La batalla por la ciudad clave de Pokrovsk, en el este de Ucrania, se convirtió en el nuevo epicentro del conflicto entre Kiev y Moscú. Las fuerzas rusas aseguran estar combatiendo dentro de la ciudad y haber destruido formaciones ucranianas cercadas, según informó el Ministerio de Defensa ruso el lunes, mientras el mando militar de Ucrania insiste en que mantiene presiones pese al asedio.
El comandante jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Syrskyi, estimó que más de 100.000 soldados rusos participan en la ofensiva, que busca quebrar las líneas defensivas en Donetsk. “Estamos bajo una fuerte presión, pero nuestras fuerzas continúan resistiendo y destruyendo a los ocupantes”, dijo.
La ciudad, que antes de la guerra tenía unos 60.000 habitantes, es considerada un punto logístico vital. Ubicada en la región de Donetsk, forma parte del reducido 10% del Donbass aún bajo control ucraniano. Su pérdida representaría no solo un golpe operativo para Kiev, sino también un avance simbólico para el Kremlin en su intento de dominar completamente la zona industrial del este ucraniano.
Pokrovsk —llamada Krasnoarmeysk durante la era soviética— es un nudo de comunicaciones por ruta y ferrocarril, y tiene la única mina de carbón coquizable del país, esencial para la industria siderúrgica. La empresa Metinvest suspendió sus operaciones en enero, y la ciudad quedó convertida en un escenario de destrucción: edificios derrumbados, calles craterizadas y una población civil casi inexistente.
Su ubicación sobre una ruta clave la convierte en la principal vía de abastecimiento para las tropas ucranianas que defienden otros bastiones del Donbass.
“Pokrovsk es la puerta de entrada a Donetsk”, celebran los medios rusos, mientras los analistas advierten que su captura permitiría a Moscú proyectar operaciones hacia Kramatorsk y Sloviansk, las dos mayores ciudades de la región aún bajo control ucraniano.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, afirmó el lunes que las fuerzas rusas “operan con creciente comodidad dentro de Pokrovsk”. Sin embargo, el proyecto ucraniano DeepState, que monitorea el frente con imágenes satelitales, mostró que gran parte de la ciudad continúa en zona “gris”, sin control definido de ninguna de las partes.
El avance ruso y la lenta pinza
Rusia ha modificado su estrategia tras los sangrientos asaltos directos que le permitieron capturar Avdiivka a comienzos de 2024. En Pokrovsk, opta por un cerco gradual, utilizando tácticas de pinza para cortar los suministros ucranianos y desgastar al enemigo.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que sus tropas “han despejado 35 edificios de fuerzas ucranianas” dentro de la ciudad. Paralelamente, informó de progresos en Kupiansk, en la región de Kharkiv, donde también dice estar cercando unidades de Kiev.
Ucrania niega que sus soldados estén atrapados. Según el Estado Mayor, sus unidades lograron pequeños avances cerca de Dobropillia, a unos 20 kilómetros de Pokrovsk, en un intento de distraer a las fuerzas rusas y aliviar la presión sobre la ciudad.
Mientras tanto, el presidente Volodimir Zelensky visitó el martes a las tropas del 1º Cuerpo de la Guardia Nacional “Azov” en el sector de Dobropillia, en una visita que busca reforzar la moral de sus soldados.
“La situación es extremadamente difícil, pero Pokrovsk se mantiene firme”, escribió el mandatario en redes sociales. “Hay intensos combates en la ciudad y en sus accesos… La logística es difícil. Pero debemos continuar destruyendo a los ocupantes”, declaró Zelensky el domingo.
I met with our warriors at the command post of the 1st Corps of the National Guard of Ukraine “Azov,” which is conducting a defensive operation in the Dobropillia sector together with adjacent units.
I heard reports from the military; we discussed the situation on the frontline… pic.twitter.com/1toCuW3r33
— Volodymyr Zelenskyy / Володимир Зеленський (@ZelenskyyUa) November 4, 2025
La logística en la zona es cada vez más precaria: los accesos a la ciudad están bajo fuego constante, y los intentos de evacuar a los heridos se realizan de noche, entre bombardeos de artillería.
Más allá del frente
Mientras se intensifican los combates en el este, Ucrania continúa atacando objetivos dentro de Rusia con drones de largo alcance. Dos aparatos alcanzaron una planta petroquímica en la ciudad rusa de Sterlitamak, en la región de Bashkortostán, a 1300 kilómetros de la frontera.
El gobernador local, Radiy Habirov, aseguró que los drones fueron derribados, aunque medios rusos informaron de una explosión que provocó daños en la instalación de tratamiento de agua de la planta, que fabrica caucho y combustible de aviación.
También se registraron explosiones en la región de Nizhni Nóvgorod, donde se encuentran una refinería y otra planta petroquímica. Moscú afirmó haber derribado 85 drones ucranianos en una sola noche, aunque no ofreció evidencia independiente.
Por su parte, Ucrania denunció que Rusia lanzó siete misiles y más de un centenar de drones de ataque y señuelo contra la región de Dnipropetrovsk, lo que causó la muerte de una persona e hirió a otras once, incluidos dos niños.
Los audaces ataques de Ucrania en el interior de Rusia utilizando drones de producción nacional han avergonzado a Moscú, con funcionarios que no han sido claros sobre los daños, y han inquietado a los rusos. Ucrania ha apuntado a plantas de manufactura, refinerías de petróleo y centros logísticos militares en un intento de trastocar el esfuerzo bélico ruso casi cuatro años después de que Moscú lanzara una invasión de plena escala
Casi cuatro años después del inicio de la invasión, el frente del Donbass sigue siendo el corazón de la guerra. Pokrovsk, antaño un centro industrial de la cuenca minera, se ha convertido en un símbolo del desgaste de ambos ejércitos.
“Si Rusia logra capturar Pokrovsk antes de fin de año, obtendría su victoria territorial más significativa desde Avdiivka”, señala el analista estadounidense Rob Lee. Sin embargo, advierte que aún quedaría un largo camino para tomar Kramatorsk y Sloviansk, los principales bastiones ucranianos del este.
Por ahora, la batalla continúa con ferocidad. Las imágenes satelitales muestran columnas de humo sobre la ciudad y explosiones constantes. Con ambos bandos lanzando ofensivas simultáneas —Rusia sobre Donetsk y Ucrania en territorio ruso—, el frente oriental se consolida como uno de los más sangrientos y estratégicos de la guerra.
Agencias AP, Reuters y ANSA
