El Kremlin ha ironizado este miércoles con la última polémica en Ucrania relacionada con una ley aprobada en el Parlamento que limita la autonomía de las dos agencias anticorrupción que operan de manera independiente. «La corrupción es un tema candente para Kiev», ha dicho el portavoz, Dimitri Peskov.
No obstante, ha preferido no ahondar mucho más y ha señalado que «todo lo que ocurre con la subordinación» de cualquier departamento «es un asunto interno en Ucrania», en alusión a la pérdida de capacidades de estas dos agencias, que pasarán a partir de ahora a depender de la Fiscalía General, según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.
Este martes, el Parlamento aprobó una norma que resta competencias a la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y a la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO), que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha justificado por la «injerencia rusa» y la falta de resultados, pero que desde Bruselas se ha visto con cierta preocupación.