Bradley Baird, de 30 años, y su padre John Baird, de 60, fueron encontrados sin vida en un apartado campamento del Parque Nacional Isle Royale, en Míchigan, el 9 de junio. La tragedia, que ha generado semanas de especulación y escasa información oficial, sigue bajo investigación por autoridades locales y federales.
Los cuerpos fueron hallados por guardabosques que recorrieron a pie 11 millas (17 km) durante la noche, luego de recibir dos reportes separados sobre personas muertas en un área de acampada en la zona de backcountry del parque. La Oficina del Médico Forense del Condado de Keweenaw confirmó que se trataba de padre e hijo, residentes de las afueras de Detroit. Bradley trabajaba como escritor independiente, mientras que John era un veterano militar que más recientemente se había desempeñado en el sector de seguros, según reportaron WLUC, MLive y Fox 9.
Pese a la presión mediática, las autoridades han mantenido un perfil bajo sobre los detalles del caso. El Servicio de Parques Nacionales emitió un comunicado el 12 de junio en el que se limitó a confirmar que la familia había sido notificada y que “no había amenazas conocidas para el público en ese momento”, sin dar más explicaciones. Desde entonces, el hermetismo ha dominado el proceso.
Investigado como asesinato-suicidio, sin claridad sobre quién murió primero
El Dr. Michael McAllister, médico forense del condado de Keweenaw, indicó a MLive que las muertes están siendo tratadas como un posible caso de asesinato-suicidio. Sin embargo, subrayó que aún no está claro cuál de los dos falleció primero. Además, confirmó a PEOPLE que los resultados de toxicología están pendientes, lo que impide determinar oficialmente la causa de muerte.
La escasez de detalles ha estado marcada también por una directriz federal: de acuerdo con Star Tribune, funcionarios del condado dijeron que investigadores del FBI les han solicitado no compartir más información por temor a “socavar los esfuerzos” de la investigación en curso.
El carácter aislado del lugar donde ocurrieron los hechos ha dificultado tanto el acceso como la reconstrucción del suceso. El parque nacional Isle Royale es una isla ubicada en el lago Superior, accesible únicamente por barco o hidroavión, y muchas de sus zonas son consideradas territorio agreste (lleno de maleza).
La identidad de los fallecidos fue revelada semanas después, tras presión pública
Durante semanas, ni los medios locales ni los nacionales habían logrado confirmar oficialmente quiénes eran los fallecidos, pese a los esfuerzos por obtener información pública. Fue el pasado 2 de julio, tras una reunión extraordinaria de la Junta del Condado de Keweenaw, cuando las autoridades accedieron a divulgar sus identidades.
Según Fox 9, la presión de múltiples medios, incluidos The Minnesota Star Tribune y WLUC, contribuyó a que el condado finalmente confirmara que los dos cuerpos correspondían a Bradley y John Baird. Hasta entonces, el secretismo generó diversas teorías y preocupación entre los visitantes y residentes cercanos al parque.
“No tenemos más información para proporcionar”, fue el escueto comunicado del Servicio de Parques Nacionales el mismo 12 de junio, una semana después del hallazgo. La falta de datos contrastó con la magnitud del operativo: dos rangers caminaron toda la noche para llegar al sitio y realizar las primeras verificaciones en una escena que, hasta hoy, permanece sin esclarecimiento.
Testigos aseguran haber escuchado gritos y golpes cerca del campamento
Mientras las autoridades se mantenían en silencio, testimonios comenzaron a emerger por otras vías. Usuarios en Reddit afirmaron haber estado en las inmediaciones del campamento la noche del suceso, e incluso relataron haber escuchado gritos intensos y repetitivos.
“Golpearon varias veces la puerta de la letrina, y luego comenzaron los gritos”, escribió uno de los presuntos testigos en una discusión sobre el caso. “Eran repetitivos, llenos de amenazas de autolesión y violencia hacia otros. Incluso después de caminar cerca de un kilómetro, seguíamos escuchándolo”, agregó.
El Star Tribune recogió estos testimonios como parte del clima de tensión que se vivía esa noche en la zona, aunque ninguna de estas afirmaciones ha sido confirmada o desmentida oficialmente por las autoridades.
Informe toxicológico pendiente y sin fecha definida para nuevos avances
El Dr. McAllister explicó a PEOPLE que aún se encuentra a la espera de los resultados de toxicología, proceso que, según sus palabras, “puede tardar”. Por ahora, las causas de muerte de ambos permanecen oficialmente “en estado pendiente”.
Sin el informe forense y con la orden del FBI de no divulgar más detalles, los avances del caso se han ralentizado. No se ha establecido si hubo intervención de terceros, ni tampoco si existía algún conflicto previo entre las víctimas. La comunidad local, mientras tanto, sigue sin respuestas claras.
A falta de declaraciones nuevas, la investigación continúa en silencio, marcada por el aislamiento del escenario, el vacío informativo y el peso del rumor. Las autoridades no han indicado cuándo podrían emitir un nuevo comunicado, ni si existen líneas de investigación más definidas. La tragedia de los Baird, por ahora, permanece envuelta en incógnitas.