El pasado fin de semana, la emblemática ciudad de Venecia, Italia, fue sede de uno de los eventos más mediáticos y esperados del año, pues albergó la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, la cual brilló no solo por la fastuosidad de la celebración y la exclusiva lista de invitados, sino también por ciertas ausencias. Una de ellas fue la de Salma Hayek, quien no acompañó a su esposo, el empresario François-Henri Pinault.
La ausencia de la actriz mexicana llamó la atención de propios y extraños, especialmente si se toma en cuenta que Salma suele estar presente en los eventos sociales más relevantes del círculo internacional. Su silencio en redes sociales durante esos días avivó las especulaciones, pero pronto se supo que su decisión no tuvo nada que ver con distanciamientos, sino con algo mucho más íntimo y especial.
Festival en Reino Unido
En lugar de viajar a Venecia, Salma Hayek dio prioridad a un plan completamente diferente y familiar, asistiendo así, al Festival de Glastonbury en el Reino Unido, uno de los eventos musicales más icónicos del mundo. La actriz fue vista disfrutando del festival en compañía de su hija, Valentina Paloma, y de algunas amigas cercanas como Cara Delevingne, Anya Taylor-Joy, Stella McCartney y la comediante Chelsea Handler.
Lejos de las cámaras de la boda, Salma compartió momentos especiales con su hija adolescente, quien ha sido prioridad en su vida. Incluso, Chelsea Handler compartió en sus redes sociales una fotografía de la actriz mexicana y Valentina con la frase: “Mamá y bebé”, dando a relucir el espacio que se encontraban compartiendo madre e hija.
Aunado a ello, cabe señalar que pocos días antes, la actriz también estuvo presente en la graduación de preparatoria de Augustin James Evangelista, hijastro de Salma y fruto de la relación previa de su esposo con la supermodelo Linda Evangelista.
De esta manera, aunque la oriunda de Veracruz es habitual en las galas más importantes del mundo, como Cannes, los Oscar o el MET Gala, esta vez decidió mantenerse al margen del evento social del año. Su esposo, François-Henri Pinault, sí asistió a la boda de Bezos, como era de esperarse por su posición dentro del círculo empresarial internacional.