San Remo, es una de las atracciones turísticas italianas de la extensa costa del Mar de Liguria, la Riviera dei Fiori. Aquí, sobre las azules aguas del Mediterráneo, se disputará del 29 al 31 de mayo las Grandi Regate Internazionali, el principal desafío náutico del semestre por la cantidad y performances de sus participantes y donde la Argentina estará representada por el icónico velero “Matrero”.
Ubicada a unos 20 km de la frontera con Francia y a 147 km de Génova, es propicio el clima templado característico de la provincia ligur porque está protegida por una línea montañosa en el Norte, lo cual la convirtió en un destino turístico muy animado desde comienzos del siglo XIX, sobre todo por la afluencia de la aristocracia europea que hizo construir elegantes villas o mansiones de nobles y jardines con toda la paleta de colores.
El casco antiguo de San Remo, La Pigna (por su forma), se forjó como refugio de los habitantes ante los continuos ataques de los piratas sarracenos en el siglo IX, amén de resistir posteriormente la embestida de los otomanos en el siglo XVI y de las tropas napoleónicas en 1794. A pesar de tanto infortunio mantiene su estilo medieval intrincado con calles estrechas, sinuosas, callejones, pasadizos, arcos, cuestas empinadas y escaleras en distintos niveles.
Le dicen Ciudad de las Flores, identidad que se ratifica anualmente en marzo con un acontecimiento lleno de color y perfumes cuando desfilan vistosas carrozas de varias localidades cercanas que apuestan al lucimiento con gracia, gala y creatividad ornamental ante unos 60.000 visitantes.
Sin embargo, el toque de celebridad desde hace 75 años es el Festival de la Canción que se despliega en febrero. El Teatro Ariston se colma de música, intérpretes, nervios y emociones. En este escenario se coronaron Domenico Modugno, Iva Zanicchi, Nicola Di Bari, Andrea Bocelli, Laura Pausini, Eros Ramazzotti, Adriano Celentano, Mina, Mia, Zucchero, Lucio Dalla, Il Volo… Además de que aquí actuaron figuras mundiales como Madonna, Ray Charles, Queen, Stevie Wonder, Louis Armstrong, Elton John y nuestro entrañable Sandro.
Otro evento que concentra la atención de miles de personas provenientes de toda Italia es la carrera ciclística Milán – San Remo, que implica pedalear unos 293 km. La bandera de llegada es un gran festejo dado que los locales son cotidianos usuarios de las dos ruedas.
De todas maneras, el gran espectáculo actual acontece en el mar. Con la organización del Yacht Club Sanremo (YCS), espléndidas y tradicionales embarcaciones del mundo con sus enormes velas ondearán en la gran regata que se disputa en grupos en función de las clases.
A desatar amarras y poner proa
Al mediodía del 29 de mayo las tripulaciones soltarán los cabos desde el puerto deportivo Portosole -pegado a la ciudad con bares, tiendas y restaurantes- con la mirada puesta en las mareas, los vientos y hasta el sabor a salitre que llega con la brisa costera. Este es uno de los fondeaderos más grandes y prestigiosos del Mediterráneo donde arriban habitualmente megayates tanto privados como destinados a charters de lujo, de hasta 90 m de eslora.
El velero distintivo de nuestro país, Matrero, propiedad de Rafael Pereira Aragón, que lidiará dentro de la categoría Classic IOR, viene logrando trofeos en varias lides puesto que mostró su alto nivel en torneos marítimos famosos como el Argentario Sailing Week, Les Voiles D’Antibes, Regates Royale de Cannes y Saint-Tropez. Además de triunfar en la competición anual de la Association Française des Yachts de Tradition en la clase IOR Classic, lauro otorgado por el Yacht Club de France.
Cabe destacar que el barco fue creado por el prestigioso diseñador naval Germán Frers en 1970 y desde entonces, 55 años, es un potente rival surcando los mares. El eficiente plantel del cual forma parte Pereira Aragón se completa con Sebastián Córdoba, Juan García, Tomás Roldán, Emiliano Homps, Diego Weppler, Félix Fernández Madero, Marcus Beherendt, Edi Cornudet, Martín y Eduardo Zimmermann y Martín Busch.
“Destacamos el papel de Juan García a bordo ya que ha sido determinante en logros de años atrás, como conseguir el récord de tiempo para la regata Triángulo del Plata 2024 en tripulaciones dobles concedido por el Yacht Club Argentino”, comentó Pereira Aragón. “Luego de regata en San Remo -agregó- navegaremos a la costa gala para correr en Les Voiles D’Antibes, del 4 al 8 de junio, donde se sumarán a la tripulación Alejandro Chometowski, Alex Hasenclever y Gabriel Marino. Sabemos que predominarán los competidores franceses, que conocen muy bien este circuito, con vientos muy ligeros, corrientes cambiantes y recorridos muy costeros donde abundan las piedras… Tendremos que ser muy tácticos”.
La posta siguiente de los navegantes será en el mar toscano, partiendo desde Porto Santo Stefano, en el contexto del Argentario Sailing Week, que se desenvolverá del 18 al 22 de junio, donde Matrero sumará al team a Tomy Peuvrel y Karin Haddad.
Los lugares clave sanremeses
En plan de aprovechar las pausas de la regata, un posible circuito tiene puntos de interés cercanos. Uno es el lujoso Casino, de 1905, un elegante edificio de estilo Liberty (la variante italiana del Art Nouveau), que sigue convocando público como lugar de juegos, diversión y comidas.
Otra referencia es el Fuerte de Santa Tecla que construyó en 1756 la entonces República de Génova para controlar mejor a los sanremeses que un par de años antes se habían rebelado contra el dominio genovés. Tras diversos usos militares tan cambiantes como la historia misma, en el presente es un agradable ámbito de la cultura con exposiciones, conciertos, danza contemporánea, talleres y conferencias.
Un hermoso paseo para sacar fotos y admirar la Naturaleza es recorrer Villa Ormond, una residencia del siglo XIX que es el jardín público más grande. Comprado por la comuna en 1930 es desde entonces un vergel con exóticas y raras plantas, árboles gigantes, una curiosa colección de rosas antiguas y un jardín japonés lleno de tuyas (coníferas) y plantas enanas, incluido el cerezo (símbolo nipón). Sorprende también la valiosa colección de palmeras y olivos añosos.
Llama también al asombro la iglesia ortodoxa rusa de San Basilio con sus cinco cúpulas bizantinas bulbosas de colores fuertes y rematando en las características cruces de tres brazos y recordando cierta semejanza externa a la catedral homónima de Moscú. Es de finales del siglo XIX, cuando asiduamente llegaba al puerto la zarina María Alexandrovna, esposa del zar Alejandro II, quien obsequió las palmeras que visten el Corso Imperatrice en la costanera. El interior del santuario está inacabado y no es atractivo.
En cuestión de templos, la basílica de San Siro es la más antigua (siglo XII) y atrae por tener doce campanas en su torre y un crucifijo enorme sobre su altar. Diseñada con estilo románico gótico, luego se la restauró con detalles barrocos y finalmente se recuperó su semblanza original.
Por supuesto, San Remo es también uno de los destinos para regalarse sol y nadar en aguas transparentes. Entre las mejores playas, Porti está en el centro, entre Porto Vecchio y Portosole. Y si se desea una premiada con la bandera Blue (reconocimiento al cuidado del ecosistema mar y costa) la ideal es Tre Ponti, preferida de los lugareños, principalmente de arena, aunque en algunos tramos hay grava. Desde luego, en ambas se alquilan reposeras, hamacas, sombrillas, kayaks y hasta barcas a pedales y no faltan cafés, bares y restaurantes.