
Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha solicitado que las nuevas disposiciones para el sector agrícola comunitario, aprobadas recientemente por la Unión Europea, se apliquen antes de que se formalice el tratado con Mercosur. Según Europa Press, esta condición refleja la preocupación del gobierno francés por proteger a los productores europeos ante una posible competencia regulatoria desigual con productos sudamericanos. En este contexto, la demora en la ratificación definitiva del acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur responde a las exigencias de Francia e Italia de introducir controles de vigilancia y garantías legales destinadas a salvaguardar el mercado agrícola del bloque comunitario.
El medio Europa Press detalló que la presión ejercida por París y Roma obligó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a comunicar en el Consejo Europeo que la oficialización del acuerdo, prevista para diciembre, debía aplazarse. La falta de consenso en la reciente cumbre de líderes en Bruselas llevó a postergar la decisión hasta enero, mientras representantes de los veintisiete estados de la Unión y de los países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— continúan negociando soluciones técnicas y políticas que permitan avanzar hacia la firma.
De acuerdo con Europa Press, Francia e Italia insisten en adoptar mecanismos adicionales que permitan monitorear las importaciones agrícolas y en la aprobación de salvaguardias legales, cuyo objetivo consiste en autorizar la suspensión de compras desde Mercosur si se detectan riesgos o daños para los agricultores europeos. Las delegaciones de ambos países consideran que estos filtros deberán ser refrendados tanto por el Parlamento como por el Consejo de la Unión Europea antes de aceptar cualquier avance en la concreción del acuerdo.
El gobierno francés argumenta que la sensibilidad del sector primario exige una protección explícita frente a la apertura de mercados a productos que operan bajo legislaciones distintas y que podrían generar distorsiones en el mercado interior, explicó Europa Press. Para estos países, resulta fundamental que la ratificación del tratado solo ocurra cuando los nuevos instrumentos legales y operativos estén debidamente adoptados y listos para su aplicación efectiva.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, confirmó pública y oficialmente la extensión de la negociación, señalando que la espera adicional resulta lógica en el contexto de un proceso que se ha prolongado por más de dos décadas. Citado por Europa Press, Sánchez declaró: “Si hemos esperado 25 años, podemos esperar 25 años y un mes”, recalcando el carácter estratégico del acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Para el mandatario, este tratado facilitaría la creación de la mayor zona de libre comercio del mundo, con una población conjunta estimada en 700 millones de personas y una reducción de costes de más de 4.000 millones de euros anuales en aranceles.
El retraso forzó a que la cuestión quedara fuera de la agenda formal en la última cumbre europea, pero según reportó Europa Press, múltiples delegaciones continuaron discutiendo los aspectos técnicos pendientes, especialmente en lo relacionado con la protección de los mercados y la definición de los mecanismos de intervención. Las exigencias de Roma se focalizan en el establecimiento de garantías para el sector agrícola italiano, que deberán ser suficientemente robustas para recibir el respaldo político necesario.
Giorgia Meloni, primera ministra italiana, comunicó al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que Italia solo apoyará el acuerdo si obtiene garantías satisfactorias para sus productores nacionales, de acuerdo con Europa Press. El Ejecutivo español, por su parte, valora la importancia de mantener un canal directo de diálogo entre Italia y Brasil, lo que facilitaría la clarificación de las garantías técnicas y legales necesarias para sumar el apoyo definitivo de Roma.
Entre los puntos que siguen pendientes figura la conclusión del procedimiento legislativo para formalizar los instrumentos de vigilancia requeridos, además de la definición precisa de cómo y cuándo se podrán aplicar las salvaguardias que permitan suspender importaciones en caso de perjuicio para los productores europeos. Europa Press indicó que la resolución de estos aspectos determinará la fecha en la que Bruselas convocará la ceremonia protocolaria de firma.
El impacto proyectado del pacto trasciende el ámbito agrícola. Europa Press reportó que la Comisión Europea considera este acuerdo como un paso clave en la estrategia de diversificación comercial del bloque frente a rivales globales como Estados Unidos. Mercosur otorgaría también una vía de internacionalización para pequeñas y medianas empresas europeas, reforzando la presencia de la Unión en los mercados internacionales y consolidando su peso geopolítico.
Fuentes del gobierno español, citadas por Europa Press, interpretan la prórroga negociadora como una extensión mínima dentro del extenso proceso de deliberación. Las autoridades esperan que la próxima ronda de contactos contribuya a definir los detalles normativos, operativos y jurídicos necesarios que permitan reactivar la formalización del acuerdo comercial posterior al mes de enero.
Europa Press resaltó el carácter histórico y el alcance del futuro tratado, que, una vez completado, pasará a ser uno de los mayores acuerdos comerciales concluidos por la Unión Europea. Hasta entonces, las discusiones proseguirán sobre los instrumentos aduaneros y los sistemas de protección exigidos por Francia e Italia, considerados elementos imprescindibles para garantizar el equilibrio entre la apertura comercial y la protección del sector agrícola europeo en el marco de la integración con Mercosur.
