Un video que circuló el fin de semana del sábado 15 y domingo 16 de noviembre de 2025 dejó a la vista lo que sería un presunto caso de abuso de autoridad.
Los hechos se conocieron en un establecimiento comercial (una tienda) situada en un barrio de la localidad de Suba, noroccidente de Bogotá, y en los registros de la cámara de seguridad ubicada dentro del local se confirmó que todo ocurrió el sábado.
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Lo que más ha generado indignación y rechazo por parte de los mismos usuarios es que los dos agentes que aparecen en la cinta habrían ejercido supuestas labores que no están estipuladas dentro de sus obligaciones como servidores públicos.
Por tal motivo, el sargento retirado del Ejército Nacional de Colombia, Alexander Chala Sáenz, activista político y excandidato al Senado por el Pacto Histórico, calificó a los dos protagonistas del video en redes como “manzanas podridas” de la institución.
“Aquí hay dos manzanas podridas claramente identificadas en cámara, señor @DirectorPolicia. Uniformados ejerciendo abuso de autoridad en un establecimiento comercial de la localidad de Suba, actuando como vulgares delincuentes. Los hechos habrían ocurrido el 15 de noviembre, después de las 6 de la tarde”, reza la publicación completa que dejó en su cuenta de X el sargento (r) Chala.
Infobae Colombia se comunicó con el vocero de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), y señaló que se está realizando la verificación del video antes de emitir alguna clase de comunicado oficial al respecto.
El testimonio de la tendera afectada
El video original que compartió el sargento (r) Chala lo compartió la misma afectada a través de una publicación en su cuenta de TikTok el domingo 16 de noviembre.
“El día de ayer, a mi negocio llegaron dos policías. Uno de ellos cometió un abuso de autoridad, haciendo un mal procedimiento, llegando a mi establecimiento con una actitud de altivez y prepotencia, haciéndome sentir amenazada, intimidada y con temor, ya que llegó sin presentarse, pidiendo papeles del establecimiento”, inicia su narración la comerciante.
“Yo se los pasé, los cuales (son) RUT (Registro único Tributario) y Cámara y Comercio se encontraban al día en fechas. Él me indica que el código de la actividad principal lo tenía mal, lo tenía como 4719 y 4711. Yo le dije que entonces yo lo cambiaba, que yo era la dueña de negocio con mi esposo y en cuanto él llegara, yo le informaba de lo que estaba sucediendo para cambiar ese código”, siguió con su relato la tendera, sin imaginarse que algo peor estaría por desencadenarse.
“Él (uno de los agentes) de manera muy amenazante me dijo que tenía que cambiarlo si no me cerraba el negocio. Después se dirige a la entrada donde el acceso no es permitido porque es una zona privada para mi negocio. Se fue entrando sin pedirme permiso y sin avisarme de lo que iba a hacer”, siguió explicando la mujer, que como se puede observar en el video, estaba sola con su hijo pequeño al momento de los hechos.
Cuando el uniformado pasó por la zona que tenía el acceso restringido, agarró un vino, “y haciendo un comentario del mismo con el compañero que venía y se agarran a reír, me pide el precio y yo no se lo doy debido a que me sentía bloqueada y amenazada; se dirige hacia donde está mi hijo y empieza a coger más licores”.
Las preguntas que hicieron que el uniformado
En medio de este incómodo momento, la comerciante sigue contando: “Yo le pregunto que si ellos vienen en alguna patrulla, porque en las cámaras de mi negocio yo no vi ninguna moto ni carro de la policía, lo que me hacía desconfiar aún más. Le digo que a mí sí me habían venido a pedir los documentos del negocio, pero nunca se me habían entrado de esa manera».
Acto seguido, la ciudadana indignada por todo lo que pasó añadió “Le dije: ‘¿Ustedes luego no necesitan tener una orden, queja o alguna razón para hacer esto?’ Y me contesta que no, que él sí puede hacer eso. Nota mi molestia y se retira de manera amenazante, diciéndome que si no cambio el código de la Cámara y Comercio, me cerraba el negocio”.
“Al notar mi actitud, él sale y se va. Yo lo primero que hago es informarme de que si lo que él hizo estaba bien y lo podía hacer, porque me sentí demasiado amenazada, intimidada, me dio miedo, desconfié, porque estaba sola con mi hijo de siete años”, contó en medio del desconcierto la tendera.
Entre los detalles que ella comentó, aseguró que “el negocio no tenía música, yo no tengo consumo. Empezó a revisar las fechas de vencimiento y pues todo lo encontró bien. Entonces, para mí fue un abuso de autoridad. Para mí fue algo amenazante, intimidante, como mujer, como persona, como dueña de negocio».
Al final la mujer hizo un llamado para que se investigue lo que pasó en su tienda: “Hago esto público para que se enteren de hasta dónde puede llegar un policía. Porque, pues yo no estaba haciendo absolutamente nada malo, ni estaba infringiendo ninguna norma, ni habían llamado a quejarse, ni tenía borrachos, ni siquiera música tenía”.
“Este señor es un policía que tiene un alto rango. Entonces, pienso que por tener ese rango se cree con derechos que no los tiene, porque la autoridad tiene algunos derechos, pero otros no”.
