La comunidad científica sigue con atención la trayectoria del cometa 3I/ATLAS, un cuerpo celeste interestelar descubierto este año en Chile. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó detalles sobre su estructura y su paso por el Sistema Solar, un viaje que esta semana alcanzó un punto clave en su aproximación al Sol. El objeto, que proviene de una galaxia distante, se desplaza a una velocidad récord y ofrece una oportunidad única para el estudio astronómico.
Cuál será la distancia mínima entre el cometa y la Tierra
La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) confirmaron que el cometa intergaláctico no representa un riesgo para la vida humana ni para ningún planeta del Sistema Solar: el cuerpo celeste no impactará contra la Tierra, aunque tendrá su máxima aproximación el 19 de diciembre.
Durante ese evento, 3I/ATLAS se encontrará al otro lado del Sol, lo que neutraliza cualquier peligro. Los especialistas de la ESA informaron que el objeto permanecerá a una distancia de 240 millones de kilómetros. Esta separación equivale a más de 1,5 veces la distancia que existe entre nuestro planeta y el Sol.

El cometa alcanzó un hito en su recorrido este miércoles 29 de octubre, cuando cruzó el perihelio. Este punto marca el límite orbital entre Marte y la Tierra. Con este movimiento, el cuerpo celeste inició una aproximación más directa al Sol, un proceso que intensificará su erosión y permitirá a los científicos estudiar con mayor detalle su estela de polvo y gases.
Qué investigan los científicos sobre este visitante intergaláctico
El interés de los astrónomos reside en la naturaleza única de 3I/ATLAS. Es apenas el tercer visitante intergaláctico de su tipo observado hasta la fecha. Los anteriores fueron 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. Su paso cercano a Marte el 3 de octubre mantuvo la expectativa de los equipos de la NASA, que buscan reunir la mayor cantidad de información posible.

Uno de los datos más sorprendentes es su velocidad. El cometa viaja a 60 kilómetros por segundo, un total de 210.000 km/h. Esta es la velocidad más alta jamás registrada para un objeto visitante en nuestro Sistema Solar. En perspectiva, la Tierra gira sobre su propio eje a 30 kilómetros por segundo. Los expertos creen que 3I/ATLAS fue expulsado de su sistema de origen tras una interacción gravitacional con un planeta gigante, lo que aceleró su recorrido.
Su impresionante velocidad también sugiere una edad de miles de millones de años, evidencia de un largo viaje por el espacio. Debido a esta rapidez, es imposible enviar una sonda espacial para que aterrice sobre su superficie. Por ello, todos los telescopios disponibles se orientaron para recabar datos mientras transita nuestra región cósmica.

De qué está hecho según su estela
El cometa 3I/ATLAS posee una composición de hielo y roca. A medida que avanza por el Sistema Solar, el calor del Sol provoca su erosión. Este proceso desprende una estela de cristales de agua congelados y gases, un fenómeno que se intensifica con su cercanía a la estrella.
Observaciones del Telescopio Espacial Hubble, un proyecto conjunto de la NASA y la ESA, identificaron una estela de polvo que se expulsa desde la cara del cometa calentada por el Sol. Esta reacción es similar a la que presentan los cometas originarios de nuestro propio sistema. El halo que rodea al núcleo del cometa reveló la liberación de varios compuestos a medida que su superficie se calienta. Los análisis detectaron dióxido de carbono, agua, monóxido de carbono, sulfuro de carbonilo y hielo de agua.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.