El nuevo panorama climático para el invierno en Estados Unidos quedó marcado por una actualización clave: La Niña continuará activa y condicionará buena parte del comportamiento atmosférico entre diciembre y febrero. En ese sentido, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó que este fenómeno influirá en el país norteamericano con señales débiles, aunque suficientes para alterar temperaturas, lluvias y nevadas.
La persistencia de La Niña y su impacto climático en Estados Unidos
El Centro de Predicción Climática de la NOAA informó que La Niña continuó durante las últimas semanas, con temperaturas de la superficie del océano Pacífico ecuatorial que se mantuvieron por debajo de sus niveles normales.

Los índices semanales marcaron valores con anomalías subsuperficiales negativas que se extendieron desde la superficie hasta los 200 metros. Esa señal oceánica estuvo acompañada por vientos alisios reforzados en niveles bajos y vientos del oeste en altura, un patrón clásico del fenómeno.
La agencia explicó que este comportamiento de la atmósfera y el océano confirmó que el sistema se mantuvo acoplado a La Niña y que sus efectos se proyectarán hacia el invierno boreal.
Los modelos analizados por la NOAA mostraron que este episodio continuará, al menos, hasta el tramo diciembre-febrero. La probabilidad de que La Niña se prolongue en ese período llegó al 51%.
Para la transición enero-marzo, la chance de volver a un estado neutral ascendió al 61%. Los expertos remarcaron que se trata de una fase débil, lo que reduce la intensidad de los impactos típicos, aunque no los elimina del mapa.
El rol de La Niña en el invierno de Estados Unidos
En diálogo con USA Today, Jon Gottschalck, jefe de la rama operativa del Centro de Predicción Climática, sostuvo que este evento será “el principal motor del clima invernal en Estados Unidos”, incluso en su formato menos intenso.

El medio estadounidense subrayó que La Niña forma parte del ciclo ENSO, que alterna fases de aguas más cálidas o más frías en el Pacífico. Aunque los cambios parecen sutiles, pueden modificar por completo el comportamiento de las lluvias, la nieve, los vientos y las temperaturas en el planeta.
Gottschalck detalló que los efectos se perfilan para ser más notorios durante los meses más fríos y que influirán de manera directa en el pronóstico publicado por el organismo federal. También explicó que, si bien La Niña suele intensificar la actividad ciclónica en el Atlántico, este año ya no tendrá impacto porque la temporada de huracanes está prácticamente cerrada.
Qué anticipa la NOAA para el invierno en Estados Unidos
La NOAA trazó un panorama con tendencias claras por regiones. En el sur del país norteamericano, California y buena parte de la costa este, se espera una temporada más cálida de lo habitual. En contraste, el noroeste del Pacífico y el Medio oeste superior enfrentarán un invierno más frío.

El centro de predicción también indicó que las montañas Rocosas del norte y los alrededores de los Grandes Lagos recibirán mayores volúmenes de precipitación, mientras que el sur del país norteamericano, especialmente el sudeste, atravesará un período más seco.
Las nevadas también reflejarán este desequilibrio habitual de La Niña: más nieve en la franja norte y menos hacia el sur. La agencia recordó que su pronóstico se extiende durante diciembre, enero y febrero y corresponde al invierno meteorológico.
