Tres personas en custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) murieron en un lapso de doce días, un hecho que ha avivado el debate sobre las condiciones y el acceso a la atención médica dentro de los centros de detención.
Según reportó Newsweek, las muertes ocurrieron en sitios bajo supervisión directa o indirecta de organizaciones privadas como CoreCivic y Geo Group, en medio de crecientes cuestionamientos hacia el sistema estadounidense de detención migratoria.
El primero de los tres casos ocurrió el 29 de septiembre, cuando Huabing Xie, ciudadano chino, murió luego de sufrir una convulsión en el Imperial Regional Detention Facility, en California. Personal médico empleó un desfibrilador y realizó maniobras de resucitación antes de su traslado al El Centro Regional Medical Center, donde fue declarado sin vida.
Newsweek precisó que Xie había sido detenido por la Patrulla Fronteriza el 31 de diciembre de 2023 y permanecía en espera de resolución de su caso migratorio al momento de su muerte. No se reportaron antecedentes médicos.
El 4 de octubre, Leo Cruz-Silva, originario de México, murió en el Ste. Genevieve County Jail, en Missouri, tras lo que el ICE describió como un “aparente intento de suicidio”. Según datos de la agencia difundidos por Newsweek, Cruz-Silva había sido deportado en varias ocasiones desde 2011 y enfrentaba un proceso de reinstalación de orden de expulsión tras su última detención por intoxicación pública. La muerte fue constatada por personal de emergencias a las 15:47, hora local.
El último caso sucedió el 11 de octubre, cuando Hasan Ali Moh’D Saleh, de 67 años y nacionalidad jordana, falleció en el Larkin Community Hospital de Miami, Florida. El ICE informó, a través de un comunicado de prensa, que Saleh había sido hospitalizado por fiebre el día anterior. El personal médico intentó reanimarlo en dos ocasiones y, si bien recuperó el pulso brevemente, murió a las 19:13 tras un paro cardíaco.
Saleh tenía antecedentes de hipertensión, enfermedad cardiovascular, padecimientos renales y diabetes. Ingresó en Estados Unidos como visitante en 1994 y obtuvo luego residencia legal permanente tras una condena por fraude en Broward County.
En 2018, un tribunal federal lo condenó nuevamente por delitos relacionados con fraude electrónico y de cupones de alimentos, después de lo cual fue detenido por el ICE y ordenada su remoción en 2020. Participaba en un programa de alternativas a la detención hasta su recaptura en septiembre de 2025.
En todos los casos, la agencia federal sostuvo que los detenidos recibieron atención médica desde su ingreso al sistema. Según declaraciones del propio ICE recogidas por Newsweek, “el ICE permanece comprometido con garantizar que todas las personas bajo su custodia residan en ambientes seguros, protegidos y humanos… Se provee atención médica integral desde el momento de su llegada y por toda la duración de su estancia”.
Según la Red de Vigilancia de Detenciones, se han reportado al menos 20 muertes en custodia del ICE durante el año fiscal 2025. Cada fallecimiento, conforme a procedimiento, es objeto de revisión por la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y la Oficina de Responsabilidad Profesional de ICE, para determinar si se cumplieron los protocolos vigentes en materia de detención.
La atención recibida por los detenidos bajo custodia y la supervisión en los centros operados por contratistas privados han sido criticadas reiteradamente, mientras el sistema enfrenta presión por el aumento de detenciones y la sobrepoblación.