Se define si el juicio por la muerte de Maradona se declara nulo o tiene posibilidad de continuar

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“Herido de muerte”. Así definió el Ministerio Público Fiscal la situación del juicio en el que se intenta develar si hay responsabilidades penales por el deceso de Diego Maradona tras el avance de la investigación que expuso el vínculo de la jueza Julieta Makintach con un proyecto audiovisual que, para muchos, es la preproducción de un documental sobre el proceso que comenzó el 11 de marzo pasado en los Tribunales de San Isidro.

Hoy, tras una semana de suspensión, luego de estallado el escándalo en Ituzaingó 340, el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, integrado por Makintach, Verónica Di Tommaso y Maximiliano Savarino, reanudará el debate en lo que podría ser su última audiencia.

Habrá mucha tensión. No se descarta que, debido al cúmulo de indicios agregados a la investigación sobre Makintach, el juicio sea declarado nulo y se deba sortear un nuevo tribunal para empezar de cero.

Una de las filmaciones que pueden complicar a la jueza

Lo primero que sucederá será conocer la resolución del TOC N°3 sobre la recusación de la jueza Makintach planteada en la última audiencia por los abogados Julio Rivas y Vadim Mischanchuk, defensores de dos de los principales acusados, el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, respectivamente.

También, según pudo saber LA NACION de fuentes judiciales, el Ministerio Público, representado por los fiscales generales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, presentarán ante el tribunal, los abogados querellantes y los defensores, las pruebas de la investigación sobre la jueza Makintach y sus vínculos con el supuesto documental sobre el debate.

Además, otras partes del proceso, presentarán recusaciones contra la jueza del “escándalo”. Y no se descarta que hagan lo mismo con respecto a los otros dos magistrados.

“El primer paso para sanear este proceso es que se haga lugar a la recusación de la jueza Makintach”, afirmó a LA NACION el abogado Fernando Burlando, representante legal de Dalma y Gianinna Maradona.

Los distintos actores del proceso no descartaron insistir con pedir la nulidad de todo lo actuado desde el 11 de marzo pasado, que se sortee otro tribunal y que se realice una nueva audiencia “del 338”, la de presentación de pruebas para el juicio.

“No se puede seguir con este debate, sobre todo porque se tomaron decisiones por mayoría con el voto de la jueza Makintach”, explicó un abogado que interviene en el juicio.

Como se informó, las pruebas parecen ser irrefutables. En el expediente que llevan adelante los fiscales Carolina Asprella, Cecilia Chaieb y José Amallo se incorporaron las grabaciones de las cámaras de seguridad del edificio de los Tribunales de San Isidro que registraron el ingreso de Makintach; un camarógrafo; María Lía Vidal Aleman –una amiga de la magistrada, definida como “guionista” por un testigo clave–; José Arnal, de la productora La Doble, y otras dos personas el domingo 9 de marzo pasado, poco después de las 16.

Las grabaciones muestran cómo filmaron a la jueza en distintos lugares de los Tribunales. Ayer se supo que la jueza no pidió autorización para el ingreso de la “comitiva”.

“En mi carácter de juez de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial San Isidro, en ejercicio de la Superintendencia, tengo el agrado de dirigirme a usted a los efectos de informarle que ni la doctora Makintach, como así tampoco el resto de los magistrados y funcionarios que integran los tribunales orales en lo criminal N°2 y N°3 solicitaron permiso alguno para utilizar las instalaciones del palacio central de Tribunales, situado en Ituzaingó 340, en la fecha consignada. Cabe destacar que el acceso de mención resulta ser exclusivo para magistrados y funcionarios, sin importar el horario o el día de acceso, toda vez que resulta ser el único ingreso al edificio central cuanto este se encuentra cerrado al público”, sostuvo el juez Luis Cayuela al responder una consulta hecha por la fiscal Chaieb.

La aclaración sobre los TOC 2 y 3, se debe a que Makintach integra el TOC N°2, pero se sumó al TOC N°3 para completarlo en este juicio.

La jueza en el hall central de los Tribunales de San Isidro

En el libro de guardia tampoco se registró el ingreso de los visitantes el 9 de marzo, dos días antes del comienzo del debate, según pudo saber LA NACION de fuentes oficiales.

Desde el Ministerio Público afirmaron que la situación “es tristemente escandalosa” y que “se ha herido de muerte al juicio cuando la evidencia aparece abrumadora, mostrando escenarios de dimensiones insospechadas desde que la gravedad institucional avizora un final poco feliz”.

La jueza Makintach no está imputada de ningún delito, pero los investigadores analizan si lo sucedido puede encuadrarse en conductas como “tráfico de influencias”, “incumplimiento de los deberes de funcionario público” o “negociaciones incompatibles con la función pública”.

El descargo

La jueza está convencida de que no cometió ningún delito. No siente justo “el bombardeo mediático” en su contra y sostuvo, ante sus conocidos, que le hace daño que pongan en duda la continuidad del juicio.

Sostuvo, según pudo saber LA NACION de personas que intercambiaron mensajes con ella en las últimas horas, que nunca se contactó con una productora y que tampoco está en juego su imparcialidad. Afirmó –sin indicar quién– que hay personas que están “coaccionando” para que se declare la nulidad del juicio.

Explicó que aceptó una entrevista de “buena fe” porque “la interesada” era una amiga (Vidal Aleman). Y repitió, como se lo dijo a LA NACION hace 11 días, que no le otorgó ningún privilegio a nadie.

Pero sus afirmaciones parecen contrastar con lo que afirmó, bajo juramento de decir la verdad, Jorge Huarte, contratado para filmar las alternativas del primer día del debate; estuvo dentro de la sala de audiencias y aseguró que no le pidieron el DNI y que tampoco fue acreditado.

“Empecé a hacer ‘color’ de la calle, de la gente que estaba cantando, el tumulto de periodistas y también filmé la llegada de Dalma y Gianinna. ‘La negra’ [Vidal Aleman], que era la guionista, me refirió que estábamos para pasar, o quizá fue José [Arnal]. Es decir, estábamos habilitados para pasar [al edificio de Tribunales]. Nos recibió una mujer policía. Después me enteré de que era la custodia de la jueza Makintach. De ahí subimos por una escalera hasta el primer entrepiso, donde está la sala donde se celebraría el debate. Estuvimos esperando y en un momento volvió la policía y nos llevó hasta el despacho de la jueza; creo que subimos por ascensor, no recuerdo qué piso era”, dijo el testigo

Huarte intentó hacer imágenes de la jueza en su despacho, pero no pudo porque el “tiro no era bueno”. Y agregó: “Después, no recuerdo si fue en su despacho o previo a entrar en la sala, me dice algo a cámara, un clip de unos segundos. José [Arnal] le dijo ‘decí algo del juicio’, pero no recuerdo lo que dijo. También filmamos con ella previo a entrar en la sala. Nosotros entramos por atrás. Filmé una caminata entrando en la sala de juicio, la seguí por el pasillo hasta que cortamos la toma casi hasta la entrada de los jueces en la sala”.

Contó cómo él, ‘la negra’ y Arnal ingresaron en la sala de audiencias. Aseguró que no hicieron la fila, no se acreditaron y ni siquiera le pidieron DNI para acreditarse.

“Yo quería filmar la entrada de los jueces, pero cuando entramos ya estaban sentados”, explicó el camarógrafo. Una vez que se sentó, Huarte “plantó la cámara” y segundos después se le acercó una mujer policía para decirle que no podía filmar.

Entonces él miró a la “guionista” y a Arnal, como buscando una respuesta. “Al instante nos autorizaron. Creo que me dijo la guionista ‘ya podés filmar’. No recuerdo bien cómo fue, pero la policía no se volvió a acercar. Creo que la jueza vio la situación. Interpreto que si me dicen ‘ya podés filmar’ es que estaba habilitado para hacerlo. La guionista se me acercó y me dijo al oído algo respecto de esto. A partir de eso ya no me llamaron la atención”, sostuvo el testigo clave en su declaración.

Rodolfo Baqué, abogado que inició el juicio como defensor del enfermero Ricardo Almirón, pero fue apartado por el tribunal en la segunda audiencia, cuestionó con dureza a la jueza Julieta Makintach.

“Desde el primer día de este juicio se evidenció una actitud incorrecta por parte de la jueza Makintach y por eso la recusamos. Lamentablemente, el tiempo nos dio la razón”, afirmó Baqué a LA NACION.

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