Cuando Emma Needell y su esposo dejaron su departamento en Los Ángeles para instalarse en Colorado, en principio lo hicieron como algo temporal. La idea era trabajar de modo remoto para pasar un año cerca de sus familias y estar más conectados con la naturaleza. Sin embargo, cuando supieron que esperaban a su primer hijo, se replantearon todo y decidieron quedarse. “Nos encanta vivir cerca de nuestros padres”, afirmó la mujer.
Una mudanza temporal que se convirtió en un cambio de vida
La decisión de mudarse a Colorado por un año surgió como una vía de escape a su agotadora rutina laboral. Emma, guionista, y su esposo, empleado en una startup de tecnología, vivían bajo presión en Los Ángeles, pero sentían que ese cansancio se justificaba en las oportunidades de crecimiento profesional que la ciudad les daba, relató Needell a Business Insider.
Pese a ello, la pareja se empezó a cuestionar si esa era la vida que querían a largo plazo. Cuando durante la pandemia de coronavirus se abrió la posibilidad de trabajar desde su casa, pensaron que sería una buena oportunidad para visitar a sus familias y quedarse un tiempo en Colorado. Partieron hacia allá con un plan claro: vivir un año más cerca de la naturaleza. Luego regresarían a California, algo que finalmente no ocurrió.
La llegada de su primer hijo y un cambio de planes
Las dudas que tenían sobre volver a California y a su ritmo acelerado aumentaron cuando se enteraron de que Emma estaba embarazada. “Empezamos a preguntarnos si alguna vez volveríamos a mudarnos a Los Ángeles”, señaló la mujer.
Analizaron cómo sería criar un hijo en la costa oeste: alquiler elevado, guarderías inaccesibles, planes de salud costosos. “Podíamos hacerlo, pero íbamos a tener que hacer algunos sacrificios», mencionó la guionista. Entre esos ajustes se contaban alquilar un departamento pequeño y quedarse sin margen para gastos extras.
Los números no cerraban. Para poder cubrir el cuidado del niño en Los Ángeles, uno de los dos iba a tener que dejar su trabajo. La pareja se preguntó si valía la pena asumir ese nivel de estrés solo por un posible crecimiento profesional. Decidieron quedarse en Colorado.
La vida en Denver: costo de vida más accesible y la cercanía de la familia
Cuando les contaron a sus padres que esperaban un bebé, se dieron cuenta de que necesitaban quedarse en Colorado. “Su alegría sin límites confirmó lo que ya estábamos sintiendo”, dijo la mujer, quien remarcó que querían criar a su bebé “rodeados de esa alegría”.
Así, alquilaron un departamento en Denver por 18 meses. Si bien el costo de vida no era tan distinto con California, se encontraron con una ventaja fundamental: tenían una red de apoyo para la crianza de su bebé. “Dos pares de abuelos, ambos a una distancia manejable en auto”, sostuvo.
Emma reconoce que, al principio, dudó de su decisión. “Había días en que me preocupaba haber retrocedido al no volver a Los Ángeles”, planteó por su trabajo de guionista.
Sin embargo, con el tiempo cambió su perspectiva. “Lo que necesitábamos —más que una ciudad, más que una escena— era un sistema de apoyo”, consideró. Y eso lo tenían en Colorado.
“Podemos criar a nuestro hijo sabiendo que tendrá una relación cercana con sus abuelos. No estamos al borde del colapso. No tuvimos que elegir entre nuestro trabajo y nuestro hijo. Podemos estar presentes», destacó Emma. “Eso lo vale todo”, concluyó.