Hace cinco años, Ashley Lewis y su esposo quisieron sorprender a sus hijos regalándoles su primera mascota, un pequeño bulldog francés a la que la familia nombró Bebé. El animal conectó rápidamente con los cuatro niños, con quienes se volvió inseparable, ya que hacía muy poco todos se habían mudado a una nueva ciudad y el cambio de casa y escuela había sido una situación difícil de sobrellevar.
“Fue una alegría para nuestra familia después de mudarnos. Tenía una personalidad increíble… era un miembro más de la familia“, explicó Lewis, al portal inglés The Dodo. Pero después de cuatro años de aventuras juntos, Bebé murió por causas naturales en el verano de 2024, lo que dejó devastados a cada uno de los miembros del grupo familiar. “Nunca habíamos tenido una mascota y por ende no entendíamos el dolor que sería perder a una mascota. Le hicimos un servicio conmemorativo. Nos llevó muchísimo tiempo dejar de sentirnos tan tristes. Fue definitivamente desgarrador“, comentó la mujer.
Durante casi todo un año la familia lloró al animal, hicieron fotos para recordarlo y en muchas oportunidades los niños le pidieron sus padres que les comprasen peluches parecidos a él para tenerlo presente cada día. A pesar de querer mucho al pequeño integrante de la familia de cuatro patas, Lewis y su esposo no se animaban a adoptar a otro perro, ya que la idea de tener una segunda pérdida los aterraba.
Pero casi como enviado del cielo, un día se cruzó en sus vidas un perro igual a Bebé pero en color canela. Todo ocurrió cuando el hijo más pequeño de la familia salía de la escuela; en ese momento, el animal perdido lo vio y casi como si supiera que se trataba de su nuevo dueño, lo persiguió por varias cuadras. “Tiene la misma personalidad que nuestro perro. Simplemente me dijo: ‘Sí, ahora son mi familia’. Se comportó como si fuéramos los dueños y como si no tuviera otros dueños”, explicó Ashley, sobre la percepción que tuvieron del animal cuando lo trajo el niño a su casa.
El perro se encontraba bien alimentado y muy cuidado, por lo que Ashley les dio a entender a los niños que alguna familia podía llegar a reclamarlo. Pero, con el correr de los días nadie se contactó con ellos y decidieron adoptarlo. A este nuevo perro lo llamaron Graham Cracker.
Al contar su historia en redes sociales, Lewis le consultó a sus seguidores: “Entonces, ¿este es el fantasma de Baby?”. La historia se volvió viral en redes sociales y fue así como una familia que vivía a pocas cuadras de su casa descubrió que su mascota perdida se encontraba con ellos.
Los dueños del bulldog francés se pusieron en contacto con Ashley y le contaron que el pequeño peludo se había escapado de su casa cuando salieron de compras y que en realidad se llamaba Rocco. Fue así que los Lewis hicieron la devolución del perro y se pusieron a disposición de sus dueños para cuidarlo cuando lo necesitaran.
Desde entonces, ambas familias se volvieron amigas y se visitan para pasar tiempo de calidad con el bulldog. “Con Rocco llegaron unos vecinos increíbles que nunca habíamos conocido en persona. Fue increíble”, reconoció Ashley Lewis sobre su experiencia.