La Casa Rosada es el ámbito en donde se reúnen los representantes del Consejo de Mayo, el órgano creado por el Gobierno en donde busca coordinar con representantes de diferentes sectores las políticas que impulsará después de la renovación legislativa de diciembre, las cuales deben ir en línea con las reformas firmadas por el presidente Javier Milei y los 19 gobernadores que suscribieron al Pacto de Mayo.
El primer y único encuentro que hubo hasta ahora había sido el 24 de junio, el cual tuvo un carácter inaugural e introductorio. Ahí habían acordado encontrarse nuevamente el 21 de julio, es decir, este lunes. La convocatoria del presidente de esa entidad, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue para las 9 de la mañana en el Salón de los Escudos de la Casa Rosada.
Asistieron todos los integrantes del Consejo. El primero en llegar fue el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, representante del Poder Ejecutivo, que subió la explanada de Balcarce 50 veinte minutos antes de que comenzara la reunión. El funcionario es quien llevará las líneas rectoras que trabajan distintas áreas del Gobierno y quien avalará las sugerencias de los diferentes actores.
La representante del Senado, la radical Carolina Losada, ingresó minutos más tarde bajo un total hermetismo, el cual se condice con lo que habían acordado todos los consejeros en la primera reunión: que los asuntos a discutir y la letra chica no se revelará hasta tanto no se firme el documento final meses más tarde.
Quienes llegaron a la par fueron el diputado nacional, Cristian Ritondo, representante de la Cámara Baja; y el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, por los gremios. Mientras que el último en arribar fue el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el elegido por las provincias firmantes del Pacto de Mayo.
Minutos antes había llegado el presidente de la UIA, Martín Rappallini, representante por el empresariado. Lo hizo al lado de un invitado que no había sido revelado ante la prensa: el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, quien es responsable de la cartera sobre la cual tendrá impacto una eventual reforma laboral.
Varios de los integrantes del Consejo reconocieron que el énfasis del primer encuentro sería tratar las primeras propuestas sobre ese punto, además de cuestiones puntuales vinculadas a la tributaria.
Tanto Sturzenegger como Martínez y Rappallini representan la tríada de consejeros que más incidencia tienen en la letra chica de las discusiones laborales.
Al salir de la primera reunión, Martínez señaló la voluntad de dialogar sobre una modernización laboral, pero sin aprobar una reforma directa. Insistió en que cualquier debe ser consensuado con la CGT, rechazando a su vez los techos a las paritarias impuestas por el ministro de Economía, Luis Caputo, y la criminalización de la protesta sindical.
“Lo que queremos es bajar el costo argentino. Y eso se logra con cuestiones impositivas y de otra índole. La modernización laboral puede ayudar, pero el principal acuerdo entre sindicatos y empresarios se da a través de los convenios colectivos de trabajo, y estos no suelen estar atrasados, por lo que ahí no hay que apuntar”, afirmaron desde el entorno del titular de la UOCRA.
Sturzenegger llevó a la reunión a la abogada especialista en derecho laboral, Agustina García De Cecco, quien forma parte del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. También estaba ocupando la secretaria Técnica del Consejo, María Cecilia Domínguez Diacoluca.
Consejo de Mayo: las reformas que el Gobierno prevé tratar
El encuentro del mes pasado solo sirvió para inaugurar el Consejo y establecer cómo iba a ser la dinámica de ahí en adelante. Cada mes iban a mantener una reunión para mostrar avances y darle un seguimiento a los proyectos o sugerencias que allí se conversaran.
El fin último del órgano multisectorial es poder servir de marco de debate para las reformas que Milei busca implementar en la segunda parte de su mandato. Hay algunas más prioritarias que otras. Por ejemplo, el Pacto de Mayo firmado el 9 de julio del año pasado habla de una reforma laboral, una tributaria, una previsional y la rediscusión de la Coparticipación federal de impuestos.
El Gobierno las prioriza en ese orden: las dos primeras para poder impulsarse el año próximo; la tercera para después de 2027 (si es que Milei consigue la reelección); y la cuarta como parte de una quimera, porque el Consejo no tiene ningún sentido práctico para discutir esta cuestión porque el debate es con la totalidad de las provincias.
Las diez cláusulas incluyen consignas vinculadas al equilibrio fiscal, la educación, los recursos naturales, la apertura al comercio, entre otros aspectos; pero la urgencia de la Nación versa sobre las reformas mencionadas anteriormente.
En junio cada sector expresó predisposición al diálogo y se reservó para definir sus prioridades en el próximo encuentro. Aun así, no se conoce qué se llevará. En rigor, en esa primera reunión todas las partes se comprometieron a tratar los asuntos con el mayor secretismo posible. “Nos pidieron mantener la discreción, es lógico porque si no es más difícil discutir los temas”, dijeron desde una de las partes, algo que coincide con todos los sectores consultados por este medio.
Dado que representa la voluntad del Poder Ejecutivo por hacer reformas, se esperaba que quien lleve la voz cantante de las propuestas fuera el ministro Sturzenegger. Desde su equipo prefirieron guardar reserva sobre qué tipo de proyectos presentará. Pero también habrá sugerencias de parte de los alfiles legislativos, seguramente más por la parte de Losada que de la de Ritondo, quien estuvo hasta el domingo a la madrugada finalizando los asuntos operativos al cierre de candidaturas en la alianza de La Libertad Avanza y el PRO en la provincia de Buenos Aires.
Por último, el mendocino Cornejo viaja en un contexto particular: es uno de los pocos gobernadores que tiene posibilidades (y ánimos) de cerrar una alianza con los libertarios de cara a las elecciones de octubre. El gesto definitivo se dio la semana pasada, cuando decidió la unificación de los comicios provinciales de las nacionales. Todavía permanece pendiente la discusión sobre quiénes serán los candidatos. En Casa Rosada recuerdan que el ministro de Defensa y ex rival de interna de Cornejo en 2023, Luis Petri, tiene niveles altos de aceptación en el electorado provincial.