El sur de Bogotá vivió una noche agitada debido a disturbios significativos que afectaron múltiples localidades.
Los enfrentamientos ocurrieron principalmente en áreas como Santa Librada, en la localidad de Usme, donde se observaron choques entre manifestantes y la fuerza pública, así como actos de vandalismo que incluyeron daños a infraestructuras y obstrucciones en vías públicas.
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Vecinos denunciaron que los gases lacrimógenos empleados por las autoridades llegaron hasta conjuntos residenciales y afectaron a familias y niños.
El secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, en conversación con Caracol Radio, indicó que durante la jornada del día anterior se registraron hasta 16 eventos de movilización en la ciudad, de los cuales solo uno, una protesta pacífica entre el Parque Nacional y la plaza de Bolívar, transcurrió sin mayores complicaciones.
“Allí hubo un evento con un aforo máximo de 4.000 personas, según lo calculado por la Secretaría de Gobierno”, detalló. Los otros quince eventos presentaron situaciones de tensión que, según Restrepo, estuvieron marcadas “por un deseo particular de afectar la vida y los derechos de los ciudadanos”.
En el sector de la Marichuela, también en Usme, gestores de convivencia intentaron dialogar con manifestantes para desbloquear vías y evitar enfrentamientos, pero según Restrepo, algunos individuos comenzaron a lanzar piedras y causar daños en el entorno.
“Estas personas que estaban allí ubicadas lo que procedieron fue a preparar ataques contra la fuerza pública y los gestores que estaban en ese lugar”, explicó, mencionando que, tras cumplir con los protocolos establecidos, las autoridades tuvieron que intervenir para recuperar el control del espacio.
