Dos oficiales de la Prefectura Naval Argentina fueron detenidos en Mar del Plata por haber secuestrado a un hombre de nacionalidad china por una deuda que mantenía con ellos. Sin embargo, se confundieron de víctima. Además, hay un tercer imputado en la causa.
Todo sucedió el 17 de marzo por la noche, en las inmediaciones del acceso a las Terminales II y III del puerto de la ciudad.
Dos oficiales de la fuerza y un ciudadano chino fueron detenidos por el secuestro de un tripulante de un buque pesquero, también de nacionalidad china, al que confundieron con otra persona.
Durante más de tres horas, la víctima fue retenida contra su voluntad en una camioneta que circuló por caminos aún no identificados, hasta que, cerca de la 1 de la madrugada, fue liberado en el mismo punto en el que había sido capturado, según informó el portal Ahora Mar del Plata.
El caso quedó documentado en imágenes de cámaras de seguridad, que fueron claves para reconstruir lo sucedido. La fiscalía federal a cargo de Santiago Eyherabide reunió la evidencia y solicitó las detenciones, que se concretaron días atrás por orden del juez federal Santiago Inchausti.
La operación incluyó allanamientos simultáneos en distintos comercios del centro marplatense y derivó también en la realización de ruedas de reconocimiento y declaraciones indagatorias. Un cuarto imputado fue liberado tras confirmarse que su implicación se debía a una confusión de identidad.
La secuencia delictiva comenzó cuando dos ciudadanos chinos, trabajadores del sector pesquero, regresaban en taxi desde el centro de la ciudad hacia el puerto. En el acceso a las Terminales II y III, fueron interceptados por tres hombres a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok gris.
Según la reconstrucción realizada por la fiscalía, los agresores utilizaron amenazas y habrían exhibido armas de fuego para forzar a ambos a subir al vehículo. Una de las víctimas fue liberada casi de inmediato, pero la otra permaneció retenida por más de tres horas. La investigación confirmó que la persona secuestrada no era el objetivo original del grupo, sino un colega con el que compartía nacionalidad y entorno laboral.
La investigación del Ministerio Público Fiscal reveló que los autores del secuestro merodeaban el puerto desde días antes del hecho, buscando a quien identificaban como un “amigo” que les debía 70.000 dólares. Testimonios recogidos por la fiscalía indican que intentaron sin éxito acceder a zonas restringidas del puerto y que, incluso, ofrecieron dinero a personal de seguridad para obtener información sobre su objetivo.
Esta conducta fue considerada un indicio de planificación y premeditación. Según informaron fuentes judiciales, el ciudadano chino detenido sería el principal impulsor del secuestro, motivado por el supuesto cobro de la deuda. La elección equivocada de la víctima expuso el operativo y permitió que el caso tomara estado judicial.
Uno de los aspectos más sensibles de la causa es la participación directa de dos efectivos de la Prefectura Naval Argentina, encargados de la seguridad en las terminales portuarias. La fiscalía pudo establecer que el principal acusado transfirió dinero a los dos uniformados días antes del secuestro, y que además entregó un objeto a uno de ellos luego del hecho.
Los encuentros entre los imputados y los prefectos se dieron tanto en las inmediaciones del puerto en los días previos como en otros puntos de la ciudad posteriormente. Este vínculo sugiere una colaboración activa o al menos permisiva por parte de los agentes, lo que agrava su situación procesal.
La causa se tramita en el Juzgado Federal N°1 de Mar del Plata, a cargo de Inchausti, quien avaló los pedidos del fiscal y ordenó los allanamientos y las detenciones durante la semana pasada.