Millones de personas conviven con niveles elevados de glucosa en sangre, una condición que puede pasar desapercibida y generar complicaciones de salud si no se detecta a tiempo. Aunque se asocia principalmente con la diabetes, la hiperglucemia también puede presentarse en individuos sin un diagnóstico previo, en especial cuando se combinan factores del estilo de vida moderno con otras condiciones médicas.
Un artículo reciente publicado por Mayo Clinic advierte sobre seis causas frecuentes que pueden elevar los niveles de glucosa en la sangre. Muchas de ellas pasan inadvertidas o no se reconocen de inmediato como riesgos potenciales.
1. Deshidratación. La falta de líquidos reduce el volumen de agua en el organismo, lo que incrementa la concentración de azúcar en sangre. Esto puede provocar picos inesperados de glucosa, incluso sin cambios en la dieta.
2. Medicamentos con esteroides. Fármacos que contienen esteroides, comúnmente usados para tratar inflamaciones, alergias o enfermedades autoinmunes, pueden interferir con el metabolismo de la glucosa. Es fundamental consultar con un médico si se inicia un tratamiento nuevo.
3. Errores en la administración de medicamentos. Fallos en la dosificación o en la forma de aplicar la insulina o medicamentos orales —como usar una jeringa inadecuada o aplicar la inyección en un sitio no recomendado— pueden comprometer el control glucémico.
4. Estrés físico o emocional. Situaciones de estrés, tanto positivas como negativas, pueden elevar los niveles de ciertas hormonas como el cortisol, lo que a su vez incrementa la glucosa. Este efecto también puede verse durante el ciclo menstrual o la menopausia.
5. Enfermedades o infecciones. Procesos infecciosos, cirugías u otras enfermedades agudas desencadenan respuestas hormonales que dificultan el manejo del azúcar en sangre. El cuerpo, al enfrentarse a una agresión, altera su metabolismo para priorizar la energía rápida.
6. Dosis inadecuadas de medicamentos. No recibir la dosis correcta de insulina u otros fármacos antidiabéticos compromete la estabilidad del azúcar en el cuerpo. Es indispensable seguir las instrucciones médicas de manera estricta.
Otros factores que afectan el control glucémico
Además de los puntos anteriores, existen otros elementos que contribuyen al incremento de la glucosa:
- Consumo excesivo de carbohidratos refinados: alimentos como pan blanco, arroz y productos ultraprocesados se convierten rápidamente en azúcar.
- Alimentación desbalanceada: comidas con demasiadas calorías o con pobre distribución de macronutrientes afectan el metabolismo.
- Falta de actividad física: el sedentarismo disminuye la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa como fuente de energía.
- Obesidad: especialmente la acumulación de grasa abdominal, favorece la resistencia a la insulina.
Canela: una alternativa natural al azúcar
La canela, una especia tradicionalmente utilizada en la gastronomía de países como México y originaria de Sri Lanka e India, fue apreciada durante siglos tanto como condimento como por sus beneficios medicinales. Según la organización El Poder del Consumidor, esta especia puede sustituir al azúcar en diversas recetas, como en café, cereales y postres, sin generar aumentos significativos en los niveles de glucosa en sangre.
Aunque su sabor no es exactamente el mismo que el del azúcar, la canela ofrece una dulzura suave y aromática, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan reducir el consumo de endulzantes convencionales. La Comisión de Sanidad del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana también respalda su uso como una alternativa saludable para disminuir el azúcar en la dieta diaria.
Además de su papel como edulcorante natural, la canela demostró tener efectos positivos sobre el funcionamiento del cerebro y la salud cardiovascular. El Consejo para la Seguridad de la Jubilación, una organización dedicada al bienestar de los adultos mayores en Estados Unidos, recomienda esta especia debido a su potencial para prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
A diferencia del azúcar, que puede provocar una liberación descontrolada de endorfinas, la canela modula esta respuesta de manera más equilibrada, lo que puede ayudar a evitar la acumulación de proteínas en el cerebro, como la beta-amiloide, asociada con el desarrollo de Alzheimer.
Por: Camila Paola Sánchez Fajardo