Recibir un ramo de flores es un gesto cargado de simbolismo: puede representar amor, celebración o gratitud. Sin embargo, una vez en casa, mantener su frescura se convierte en un desafío que muchos no saben cómo abordar.
La duración de las flores depende en gran medida del tipo de especie y de las condiciones ambientales, pero también de los cuidados que se les brinden. Con una atención adecuada, es posible conservar su color, aroma y vitalidad durante varios días, e incluso semanas.

La creadora de contenido y especialista en eventos @party_jeyjey compartió en redes sociales un método sencillo y efectivo para duplicar la vida útil de los ramos. A partir de un error muy habitual —colocar las flores en agua inmediatamente al recibirlas—, detalla seis pasos prácticos que, combinados con recomendaciones de floristas, pueden marcar la diferencia entre un ramo marchito en pocos días y uno que luzca fresco por más tiempo.
1. No colocarlas en agua de inmediato
El error más común, según la experta, es poner las flores directamente en agua al llegar a casa. Antes, se debe preparar el jarrón con agua limpia —ya sea de la canilla o purificada— y añadir una cucharadita de azúcar junto con un chorrito de cloro o vinagre. Esta mezcla ayuda a mantener el agua libre de bacterias y facilita la absorción de nutrientes por parte de los tallos.
Desde Interflora respaldan esta práctica y destacan que mantener el agua limpia y renovarla con frecuencia es esencial para evitar el marchitamiento prematuro.

2. Cortar los tallos según su tipo
No todos los tallos deben cortarse de la misma manera. Los tallos duros, como los de las rosas, deben cortarse en diagonal, mientras que los huecos, como los de las dalias, requieren un corte recto.
Leroy Merlin recomienda usar herramientas afiladas, como cuchillos o tijeras especiales para flores, y evitar aplastar los extremos, ya que esto impide una correcta hidratación.
3. Renovar el corte cada dos días
Cada vez que se cambie el agua, conviene recortar los tallos unos centímetros. Este proceso elimina las partes secas y facilita que las flores absorban mejor el agua. Lo ideal es cambiar el agua cada dos o tres días y repetir el corte en cada cambio para prolongar la frescura del ramo.
4. Evitar el sol directo y las corrientes de aire
Las flores deben colocarse en un ambiente fresco, ventilado, pero sin exposición directa al sol ni corrientes de aire. El calor acelera el marchitamiento y la deshidratación, mientras que las corrientes pueden dañar los pétalos más delicados.
5. Mantener el jarrón limpio
Cada vez que se renueve el agua, es importante lavar el jarrón con jabón neutro y eliminar las hojas que queden sumergidas. Esto previene la formación de moho y los malos olores, según recomiendan en los sitios especializados Interflora y Verdecora.

6. Retirar el papel decorativo
Finalmente, se aconseja quitar el papel envolvente para permitir que las flores respiren mejor. En lugar de decorar el ramo, @party_jeyjey sugiere centrar la atención en embellecer el jarrón, lo que mejora tanto la estética como la conservación del conjunto floral.
Por Elim Johana Alonso