CÓRDOBA.– Quienes hagan turismo en Córdoba el fin de semana extralargo de Semana Santa tienen la posibilidad, a pocos kilómetros de la ciudad capital, de un 2×1: conocer un hotel declarado monumento histórico y recorrer el Segundo Salón del Coleccionismo y Antigüedades Crononauta. El San Leonardo es una joya arquitectónica diseñada por el italiano Augusto César Ferrari, padre del polémico artista León Ferrari y quien realizó gran parte de su obra en esta provincia.
Ferrari, arquitecto, pintor y constructor de iglesias y casonas, diseñó este inmueble en los años 30 a pedido de una influyente familia de Agua de Oro, los Vergonjeanne, quienes se la regalaron a su hijo Gastón, que era sacerdote en la zona. Por aquellos años, esta localidad de las Sierras Chicas era elegida para el descanso o la recuperación de problemas de salud por personas de apellidos “acomodados” no solo de Córdoba, sino de otros puntos del país.
La fundación de la localidad se remonta a 1896, cuando se hizo la medición de las tierras, ya que los dueños de la estancia se la vendieron a José Díaz Rodríguez y este cambió el nombre del anterior Pasos de la Vaca por el de Agua de Oro, a raíz de que había encontrado dos piedras pequeñas “con unos clavitos de oro”. Ya en el siglo XX, los herederos de Díaz Rodríguez la traspasaron a Leonardo Vergonjeanne, el ingeniero por cuyo nombre se rebautizó la casona. Su hijo, el sacerdote, fue el responsable de hacer el loteo del pueblo.
Ferrari diseñó la casona con un techo de tejas musleras, mampara vidriada y 42 columnas ornamentales en la estructura de dos plantas que a sus pies tiene un parque arbolado que termina en el río. Como ya estaba construyendo la Iglesia de los Capuchinos en la ciudad de Córdoba, un templo neogótico, empleó las mismas molduras en Agua de Oro.
El primer uso de la construcción fue como casa de retiro. Más tarde se convirtió en un hotel que tuvo sus años de gloria para volver a ser un lugar de reflexión religiosa, pero de la Iglesia Ortodoxa. Cuando esos dueños la dejaron, fue vandalizada. Su nueva vida comenzó a despuntar en 2006, cuando el matrimonio de coleccionistas integrado por Claudia González y Eduardo Argüello descubrieron el espacio casi en ruinas, lograron comprarlo y restaurarlo.
A 44 kilómetros de la capital provincial, Agua de Oro siempre tuvo una impronta religiosa. Todavía se puede visitar la iglesia San Vicente Ferrer del siglo XVIII, que es parte del patrimonio histórico, y también la gruta de la Virgen de Lourdes, cuya imagen llegó de Francia hace casi 80 años.
El hotel San Leonardo integra -por impulso de los descendientes de Ferrari oportunamente- el listado de bienes protegidos de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, al igual que su vecina Capilla de Candonga, a diez kilómetros, construida a mediados del 1700, parte del Camino Real y que también vale una visita.
González y Argüello reabrieron la construcción como hotel boutique (tiene siete habitaciones de diferentes estilos), casa de té y restaurante, espacio para fiestas, centro de interpretación de la obra de Ferrari, salas de exposición de su colección de 3000 piezas de publicidad corpórea –no es plana, ni gráfica– y tienda de objetos vintage.
Muestra ecléctica
A la hora de encuadrar el estilo arquitectónico del hotel, sus dueños dicen a LA NACION que Ferrari lo llamaba “experimentalismo o eclecticismo italiano”. Es decir, se trata de una clásica villa italiana, pero con aspectos propios del diseñador, como son sus columnas, las aberturas y la distribución interior. De hecho, cada una de sus construcciones es diferente de la otra.
Durante toda la Semana Santa, del jueves al domingo, a las colecciones que ya se exhiben en el San Leonardo se sumarán las de otros 17 coleccionistas en una muestra organizada por el Círculo de Coleccionistas de Córdoba, que preside Argüello. Con entrada libre y gratuita, los visitantes podrán ver juguetes antiguos de hojalata, monedas, estampillas, antiquísimos modelos de afeitadoras eléctricas, botellas de aperitivos de los primeros años del Virreinato del Río de la Plata, fichas de esquila, objetos de la Campaña Bonaerense que comandó Juan Manuel de Rosas, y autos y motos antiguas.
Los futboleros e hinchas de River Plate se encontrarán con diferentes ítems que reconstruyen la historia del club. Los organizadores destacan también la muestra de linternas a dínamo antiguas, “únicas en el mundo”. Además, habrá charlas de los coleccionistas y “a pie de vitrina”, apunta Argüello.
En paralelo, se desarrollará una Feria de Mercadeo de Antigüedades y se podrá hacer una visita guiada a la galería de arte y diseño Argüello y Bouchet.