Senadores de EE. UU. planean forzar la votación para prohibir un ataque terrestre en Venezuela

admin

La medida tiene pocas posibilidades, dada la falta de voluntad de la mayoría de los legisladores republicanos para desafiar al presidente Donald Trump, quien con toda seguridad la vetaría.

Un grupo bipartidista del Senado planea forzar la votación de una ley que prohibiría a Estados Unidos participar en hostilidades dentro de Venezuela sin autorización explícita del Congreso.

La medida tiene pocas posibilidades, dada la falta de voluntad de la mayoría de los legisladores republicanos para desafiar al presidente Donald Trump, quien con toda seguridad la vetaría. Pero una votación requerida sobre la legislación crearía antecedentes en el Congreso sobre si este debe frenar la campaña militar de Trump contra Venezuela, cada vez más intensa y legalmente cuestionable.

Los senadores Tim Kaine por Virginia y Adam Schiff por California, ambos demócratas, se han unido al senador Rand Paul por Kentucky, republicano, en la resolución, preocupados por que la orden del gobierno de Trump de una acción encubierta de la CIA en Venezuela pueda ser el primer paso hacia una guerra total.

La medida impediría al presidente llevar a cabo cualquier acción militar «dentro o contra» Venezuela a menos que estuviera «explícitamente autorizada por una declaración de guerra o una autorización específica para el uso de la fuerza militar» por parte del Congreso. En virtud de la Ley de Poderes de Guerra de 1973, destinada a limitar el poder de un presidente para entrar en un conflicto armado sin el consentimiento del Congreso, una resolución de este tipo debe considerarse y votarse mediante procedimientos acelerados.

El gobierno de Trump ha ordenado a las fuerzas de Operaciones Especiales estadounidenses que ataquen al menos seis embarcaciones frente a las costas de Venezuela desde el mes pasado, alegando que transportaban drogas, y ha intensificado la presión sobre el autoritario presidente del país, Nicolás Maduro, con un despliegue de soldados y amenazas aéreas. Esta semana, Trump sugirió que podría considerar una guerra terrestre.

«Ciertamente estamos considerando la tierra ahora», dijo a los periodistas el miércoles, «porque tenemos el mar muy bien controlado».

Hasta ahora, el gobierno ha insistido en que sus ataques contra presuntos narcotraficantes en el Caribe se llevaron a cabo en aguas internacionales. Una acción militar directa contra Venezuela supondría una grave escalada.

«El pueblo estadounidense no quiere verse arrastrado a una guerra interminable con Venezuela sin debate público ni votación», dijo Paul, un libertario que se opone habitualmente a la participación de Estados Unidos en conflictos en el extranjero. «Debemos defender lo que exige la Constitución: deliberación antes de la guerra».

Sin embargo, aunque muchos republicanos han abrazado la filosofía de política exterior de Trump de «Estados Unidos primero» y su impulso para sacar a Estados Unidos de conflictos en el extranjero, pocos en el Congreso se han pronunciado contra los ataques en el mar o la perspectiva de una escalada con Venezuela.

La semana pasada, el Senado bloqueó una medida de Kaine y Schiff que habría detenido los ataques a las embarcaciones sin autorización expresa del Congreso, con el voto a favor de solo dos republicanos.

La ley obliga al presidente a notificar lo antes posible a figuras clave del Congreso las acciones encubiertas o el uso de fuerza letal. Pero la Casa Blanca no ha informado hasta ahora a ese grupo de legisladores sobre las operaciones de la CIA en Venezuela, según dos personas familiarizadas con el proceso confidencial, que hablaron bajo condición de anonimato.

Trump tiene autoridad para utilizar la fuerza letal y llevar a cabo operaciones encubiertas sin la aprobación del Congreso, pero solo para contrarrestar una amenaza inminente. En el caso de Venezuela, su gobierno ha argumentado que el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos constituye tal amenaza. Trump les dijo a los periodistas el miércoles que autorizó la acción de la CIA contra Venezuela en parte porque el país había «vaciado sus prisiones en Estados Unidos de América».

La interpretación del Senado sobre los ataques a las embarcaciones equivale a «un completo agujero negro», dijo Kaine a los periodistas el jueves, y añadió que el gobierno no había proporcionado ninguna justificación legal al Congreso para los ataques, que han matado a decenas de personas.

La Constitución le otorga al Congreso, y no al presidente, la autoridad para declarar la guerra, aunque comandantes en jefe de ambos partidos se han atribuido amplios poderes en las últimas décadas para llevar a cabo operaciones militares sin el consentimiento del poder legislativo.

Kaine forma parte de un pequeño grupo de legisladores de ambos partidos que llevan años trabajando sin éxito para recuperar el papel del Congreso en la autorización de operaciones militares.

«Deberíamos ser más celosos de los poderes que tenemos», dijo Kaine.

Schiff dijo que la autorización de operaciones encubiertas sugería que los objetivos del gobierno de Trump en Venezuela iban más allá de la lucha contra el contrabando de drogas.

«Debemos hacer valer nuestra autoridad para impedir que Estados Unidos se vea arrastrado –intencionada o accidentalmente– a una guerra total en Sudamérica», dijo Schiff.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo en un comunicado que el presidente había actuado «dentro de las leyes del conflicto armado» y que estaba «dispuesto a utilizar todos los elementos del poder estadounidense para impedir que las drogas inunden nuestro país y llevar a los responsables ante la justicia».

La medida bipartidista pretende atraer más apoyo republicano para frenar la escalada de acciones militares del gobierno de Trump contra Venezuela. La semana pasada, Paul y la senadora Lisa Murkowski, por Alaska, fueron los únicos republicanos que apoyaron la resolución para detener los ataques a los barcos.

Otro republicano que ha expresado su preocupación por los recientes ataques, el senador Todd Young, por Indiana, dijo que la medida era demasiado amplia y podría aplicarse a acciones militares en otras regiones del mundo.

«A pesar de mi oposición a esta resolución, estoy muy preocupado por la legalidad de los recientes ataques en el Caribe y por la trayectoria de las operaciones militares sin la aprobación o el debate del Congreso y sin el apoyo del pueblo estadounidense», dijo en una declaración tras la votación.

Kaine dijo que esperaba que una redacción más detallada de su nueva resolución persuadiera a republicanos como Young a votar con los demócratas para frenar el uso de la fuerza por parte del presidente.

Julian E. Barnes y Robert Jimison colaboraron con la reportería.

Megan Mineiro
reporta sobre el Congreso para el Times y forma parte de la generación 2025-26 del Times Fellowship, un programa para periodistas al comienzo de sus carreras.

Julian E. Barnes y Robert Jimison colaboraron con la reportería.

Deja un comentario

Next Post

¿Quién dijo que la volatilidad impide pronosticar?

En el pasado, los valores de la variable A fueron los siguientes: 7, 7, 7, 7, 7. Durante el mismo período, los de la variable B fueron 8, 0, 12, -4, 5; en tanto que los de la variable C fueron 5, -5, 5, -5, 5. ¿Se atrevería usted a […]
¿Quién dijo que la volatilidad impide pronosticar?

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!